Esta medida se toma en base a un informe elaborado por el Equipo Argentino de Antropología Forense, con el asesoramiento de la Morgue Judicial de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el que se determina que si los cuerpos están debidamente tratados, no representan riesgo de contagio o propagación del virus.

Teniendo en cuenta esto, es importante centrase en paliar el dolor de los familiares y deudos, que atraviesan por la pérdida de un ser querido y por eso es necesario dar sepultura en nichos definitivos o panteones a personas que hayan fallecido con diagnóstico COVID-19 positivo.