El Campo
Un gobierno experto en soja que no habla del cepo al trigo

El Campo
El Gobierno explicó al agro los ejes del plan económico y pidió que venda los granos y se liquiden divisas
Integrantes del equipo económico mantuvieron una reunión en la Bolsa de Comercio de Rosario con dirigentes ruralistas, exportadores y empresarios; el pedido para que se produzca más y la promesa por las retenciones

“Produzcan y exporten más y cuando estén dadas las condiciones macroeconómicas en este nuevo proceso bajarán o se eliminarán las retenciones”. Ese fue el concepto que los dirigentes de la Mesa de Enlace, exportadores y de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) escucharon de referentes del equipo económico del gobierno de Javier Milei, que viajaron a esta ciudad para exponer los ejes del nuevo esquema económico y persuadir al sector que venda [los granos] y liquide divisas en el inicio de esta campaña.
“Tenemos que alinear miradas detrás de un objetivo común. Ir por mucho más. Esa es la ilusión”, planteó Miguel Simioni, presidente de la BCR, después de la reunión, en su discurso en el acto del primer lote de soja, un momento simbólico que marca el inicio de la cosecha. A este evento asistió el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.
En la reunión, los funcionarios nacionales, encabezados por el director ejecutivo de ARCA, Juan Pazo, y Federico Furiase, director del Banco Central (BCRA), además de los asesores del Ministerio de Economía, Martín Vauthier y Felipe Núñez, evitaron dar precisiones sobre si el Gobierno levantará a fin de junio la rebaja vigente de las retenciones. Vale recordar que la semana pasada Milei pidió al sector que “liquide” porque a fin de ese mes volverán los derechos de exportación a su anterior nivel.
La lista de invitados a la reunión privada incluyó a Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina), Lucas Magnano (Coninagro), Carlos Castagnani (Confederaciones Rurales Argentinas) y Andrea Sarnari (Federación Agraria Argentina). También Luis Zubizarreta (Cámara de Puertos Privados Comerciales), María Marta Rebizo (Ciara-CEC), Gonzalo del Piano (Agricultores Federados Argentinos), Juan Carlos Reynares (Centro de Corredores de Cereales de Rosario), entre otros. También hubo empresarios del sector lácteo, frigorífico y de la maquinaria agrícola.
Los funcionares explicaron, según fuentes que estuvieron presentes, las nuevas variables del plan económico que se inició tras el acuerdo con el FMI y la eliminación parcial del cepo. Señalaron que este nuevo esquema va a generar estabilidad y confianza, por lo que es necesario el respaldo de los productores para que envíen los granos a los puertos y luego la agroexportación liquide dólares.
La idea era que los distintos engranajes del agro escucharan de primera mano los trazos del plan económico y el contexto a corto y mediano plazo. El objetivo pasó, según fuentes del sector agroexportador, por convencer y generar confianza para que ingresen dólares vía el agro en esta campaña que se inició simbólicamente con el primer remate de soja.
El hermetismo en el que se produjo la reunión llevó a los presentes a ser cautos en las declaraciones sobre lo que se dijo en salón El Mercurio. La síntesis que hicieron fuentes pasó por un concepto: “Si ustedes incrementan la producción y la exportación vamos a bajar las retenciones”.
Lo que viene
Casi al mismo tiempo en que se producía este encuentro, la Bolsa de Comercio de Rosario dio a conocer una herramienta para proyectar la producción a mediano y largo plazo. La estimación que hizo la BCR es que la Argentina podría alcanzar una producción de hasta 250 millones de toneladas de granos para 2035, lo que implicaría un crecimiento del 57% respecto al escenario base.
Esto se expuso en este contexto particular en el que el gobierno nacional instó al campo a producir más para poder bajar la carga impositiva y las retenciones.
Manuel Chiappe, secretario de Producción Agropecuario y Forestal, consideró que el Gobierno “está haciendo el ordenamiento macroeconómico más importante de la historia. Y este esfuerzo pasa también por la baja de impuestos. Es necesario que las provincias acompañen. Con templanza estamos sembrando las bases de un país distinto”.
Simioni se mantuvo en sintonía con el buen clima de la reunión y en su discurso en el recinto de la Bolsa de Comercio elogió “los cambios en las restricciones cambiarias. Se puede transformar la baja de retenciones en definitiva y lograr que se eliminen totalmente”.
El presidente de la Bolsa rosarina afirmó que “ese es el camino que hay que recorrer con el gobierno nacional y provincial. Sabemos que cuando los acuerdos funcionan el campo crece y la Argentina. Si sostenemos la agenda a mediano y largo plazo no estamos condenados al fracaso. Necesitamos reglas claras y diálogo concreto”.
A su turno, Furiase destacó los fundamentos técnicos del programa macroeconómico: “La prioridad del Gobierno es estabilizar la economía y sostener el proceso de desinflación. Para eso diseñamos un programa que avanza por etapas: primero el orden fiscal, luego el control de la emisión, y finalmente la recapitalización del Banco Central. Explicar ese proceso ayuda a que todos —productores, empresarios, provincias— puedan tomar decisiones con mejor información. Esa es la base de una economía que quiere salir del cortoplacismo”.
La otra voz del Gobierno fue la de Pazo, quien remarcó el enfoque del equipo económico: “Tenemos muy clara la importancia del sector productivo argentino. Por eso venimos a contar, de primera mano, cómo vemos las variables económicas y hacia dónde creemos que va el programa. Nuestra responsabilidad es dar previsibilidad, no discursos cerrados. Por eso, esta posibilidad de explicar y responder en persona es tan valiosa”.
En el acto en la Bolsa de Comercio de Rosario, una de las voces más críticas en materia de infraestructura fue la del gobernador Maximiliano Pullaro, quien reiteró su pedido de que el gobierno de Javier Milei transfiera a la administración provincial el mantenimiento de las rutas nacionales.
“Se está terminando el activo vial que significan las rutas nacionales, porque no fueron reparadas en los últimos años, no solo por este gobierno, sino por los últimos gobiernos que no han invertido lo necesario en esas vías”, afirmó Pullaro.
Luego remarcó que “para el acceso a los puertos que tanto orgullo nos generan, por los que salen el 80% de las exportaciones de la Argentina -exportaciones de las que no vuelve nada a la provincia- Santa Fe está poniendo los recursos, para hacer las rutas que durante años estuvieron relegadas”.
Pullaro sostuvo: “Todo lo hacemos con el esfuerzo de los santafesinos. El año pasado $50.000 millones articulando con la Bolsa de Valores para hacer el tercer carril de la Autopista Rosario-Santa Fe en una primera etapa hasta San Lorenzo, y posteriormente lo vamos a hacer hasta Timbúes. También el Camino de la Cremería y tantas obras que nos pidieron”. Luego indicó que se están “invirtiendo 180 millones de dólares para que nuestro campo pueda sacar su producción y nuestros camioneros tengan las condiciones necesarias. Invertimos nosotros por más que esos recursos no vuelvan”.
Fuente: Diario La Nación

El Campo
Una medida de bajo costo que podría ayudar mucho en el horizonte del trigo
La siembra de trigo ya está a la vuelta de la esquina y este año se juega mucho más que la implantación de este cultivo tan noble y que a muchos productores les sirve para hacer caja de recursos hacia fin de año. Se juega la política y la confianza.

Una combinación que siempre, más allá de la suerte que le toca al cereal enfrentar en materia de precios, clima y costos de insumos, define intenciones, resultados y expectativas.
Se juega la política porque todavía resuenan las palabras del presidente Javier Milei de que los derechos de exportación volverán sobre julio a su anterior nivel: el 12% de derechos de exportación contra la actual tasa del 9,5%. Y acá entra el lugar de la confianza: para los productores, un retorno al 12% se trata de un mazazo. ¿Sembrar ahora con el 9,5% para cosechar en diciembre con el 12%?
Salvo un giro, por la misma naturaleza del decreto presidencial que vence el último día de junio, el cultivo se encamina a su anterior tasa. En despachos oficiales han dicho, al cierre de esta edición, que no está en evaluación el tema de las retenciones al cereal. Y, por si fuera poco, desde el mismo Gobierno se hizo, vía fuentes con acceso a la toma de decisiones, una advertencia al Congreso de que si sale alguna ley que ponga en vilo el superávit fiscal la misma pasará por el veto del jefe de Estado.
Sin embargo, la dirigencia rural trabaja desde hace un tiempo para convencer al Gobierno de que algo hay que hacer por el trigo. Las primeras estimaciones de siembra hablan de un crecimiento que se potenciaría aún más si hubiera un gesto directamente con la eliminación de los derechos de exportación.
En este marco, la consultora AZ Group realizó un informe donde se remarca que el regreso de las retenciones al trigo al 12% significaría números poco atractivos para los productores si se lo considera como único cultivo y en la principal región productiva para el mismo. En rigor, brindó un escenario con tres alícuotas: que siga el actual nivel del 9,5%, que retornen en julio al 12% o, como sostiene una situación totalmente ideal, que los derechos de exportación [DEX] pasen a ser historia con un 0%.
El trabajo está hecho para campos con tosca cerca de la superficie en Adolfo Gonzales Chaves. Y se consideran estos precios a los productores (FAS teórico): US$204 por tonelada con 12% de derechos de exportación; US$210 con 9,5% y 233 dólares por tonelada con 0%. Con estos tres precios se calcularon los márgenes brutos -resultado en campo propio- y netos, en campo alquilado.
“Si se vuelve a un DEX del 12%, el resultado es cero en campos alquilados. Si se mantienen las actuales DEX del 9,5% se obtiene un margen neto de 23 dólares por hectárea. Si se eliminaran los DEX el margen neto subiría a 113 dólares por hectárea”, resumió el trabajo elaborado por la consultora.
Como se ve, no son grandes números para el bolsillo de los productores en una región importante. Esto mientras el Estado siempre cobra su parte por las retenciones. Si quedaran los actuales niveles de retenciones del 9,5% recaudaría unos 275,8 millones de dólares. En tanto, de acuerdo al reporte, esa cifra subiría a US$348,4 millones con 12%. “Los DEX actuales representan 23 dólares por tonelada de trigo y tienen un impacto significativo en la economía del productor, mientras que la recaudación por estos impuestos es poco significativa en las cuentas nacionales”, precisó.
Un punto no menor es que los rendimientos para cubrir los costos son muy altos, según la consultora. Al respecto, la inversión en el cultivo, considerando el alquiler, va de 939 a 959 dólares. “Los resultados de las tres alternativas [según los niveles de retenciones mencionados] son magros si se considera una inversión del orden de 950 dólares por hectárea y que se utilizan rindes de tendencia. Cualquier problema climático llevaría los resultados a terreno negativo”, alertó el informe.
Los números del cereal mejoran si se incluyen a la soja de segunda que, destacaron los expertos, amortigua el costo del arrendamiento. Con 12% de retenciones el margen neto queda en 72,5 dólares por hectárea para el trigo; con 9,5% de DEX, 95,5 dólares por hectárea, y con 0% de retenciones 185 dólares para hectárea para el cereal.
En este marco, Ernesto Ambrosetti, consultor, remarcó sobre las retenciones al cultivo y el costo fiscal de eliminarlas: “Son alrededor de 300 millones de dólares, con una cosecha cercana a los 20 millones de toneladas y la exportación de 13 millones. Un costo irrelevante para el fisco, y una importante señal para el agro”. De eso se trata, un costo fiscal no tan alto que para el productor puede ser una gran ayuda.
Fuente: Diario La Nación

El Campo
Despegaron las ventas de lácteos en el mercado interno y la producción tuvo un importante salto
Según datos oficiales, el volumen producido de leche creció 10,9% en el primer trimestre de 2025; en tanto, en la colocación de productos en la plaza local hubo mejoras del 45% en leche en polvo, 13,3% en leche fluida y 11,5% en quesos; preocupación por la pérdida de competitividad.

La producción de leche aumentó un 10,9% en el primer trimestre de 2025 frente al mismo período del año anterior, según datos de la Secretaría de Agricultura. Solo en marzo último hubo un salto del 15,9%. A eso se sumó un dato alentador: el sector acumuló 13 meses consecutivos con rentabilidad positiva. Sin embargo, en la actividad advirtieron que hay preocupación por lo que pueda suceder en el plano comercial, especialmente en materia de exportaciones, donde los buenos precios internacionales chocan con un tipo de cambio desfasado y una carga impositiva “asfixiante”, lo que hace que el negocio no sea competitivo.
El informe oficial atribuyó el repunte a condiciones climáticas favorables y a la mejora en el precio pagado al productor. “En este marco, el productor lácteo registra 13 períodos (mensuales) ininterrumpidos de rentabilidad positiva, siendo de 3,8% en febrero”, señaló el documento. También destacó que el financiamiento lanzado a mediados de 2024 por el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) —con una línea de $20.000 millones para robotización, sanidad y genética— incentivó inversiones que empiezan a mostrar resultados.
El mercado interno también acompañó. En enero y febrero de este año, las ventas superaron ampliamente las del mismo bimestre de 2024 en todos los productos lácteos: 45% en leche en polvo, 13,3% en leche fluida y 11,5% en quesos, según la Dirección Nacional de Lechería.
Desde el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), su coordinador, Jorge Giraudo, aportó otra mirada: “El negocio en el sector primario todavía sigue siendo viable”. Según explicó, aunque los precios al productor ajustaron por debajo de la inflación, los costos también lo hicieron. Eso permitió que las relaciones de precios con insumos clave como el maíz se mantengan. “Hoy, con un litro de leche se compran más de dos kilos de maíz”, ejemplificó. Señaló que los alquileres están, en muchos casos, por debajo de un quintal de soja por hectárea, lo que ayuda a mantener márgenes. “En promedio, el negocio anda bien”, resumió Giraudo, aunque aclaró que no todos los tambos viven la misma realidad. Los más grandes, eficientes y bien ubicados, logran ganancias sostenidas, pero los más chicos, con menos escala o con problemas estructurales, siguen con dificultades.
El mayor problema, advirtió, se encuentra en el frente externo. “El consumo interno, que el año pasado cayó un 15%, recuperó unos siete u ocho puntos gracias a la mejora del salario real. Pero el problema fuerte son las exportaciones”, señaló. A pesar de que los precios internacionales están en niveles históricamente altos —US$4200 la tonelada para la leche en polvo y US$4800 para la mozzarella—, el retraso cambiario afecta seriamente la competitividad.
“El Presidente dijo que no se va a resolver por vía devaluatoria. Entonces que mejoren las condiciones para competir”, pidió Giraudo. En ese sentido, reclamó la devolución de impuestos internos, la reducción de costos logísticos y laborales y un alivio fiscal. “Con una presión tributaria del 40% sobre el valor del producto, es muy difícil hablar de competitividad”, enfatizó.
Además, el cepo cambiario sigue golpeando al sector. “El dólar blend se eliminó y pasamos de $1100 a $1070. Ahora empezó a recuperarse y cerró en $1120, pero el sector necesita un dólar de al menos $1300 o algún tipo de compensación vía reintegros”, sostuvo Giraudo.
“Sí, hay rentabilidad en promedio, pero la situación es muy frágil. Si no se corrige el problema de competitividad, el escenario puede empeorar pronto”, remarcó.
Desde Caprolecoba, cámara que agrupa a los tamberos de la Cuenca Oeste bonaerense, Guillermina Mas, presidenta, coincidió en el diagnóstico. “La foto actual de la cadena es positiva. Para resaltar: 14 meses seguidos con rentabilidad positiva para el tambo promedio, si bien está por debajo de la rentabilidad de equilibrio de largo plazo. Deberíamos ir al 2019 para encontrar un período similar”.
Mas subrayó que tener una macroeconomía más estable es clave. “Siempre decimos que es la base para un sector como el nuestro”, dijo. Pero también encendió una señal de alarma: “El costo promedio de producción viene siendo superior al poder de compra teórico de la exportación, incluso con precios excelentes como los actuales”.
Finalmente, remarcó la importancia de que continúe la recuperación del consumo interno que comenzó a darse en el primer bimestre. Solo así, advirtió, la recuperación de la producción que empezó en noviembre de 2024 podrá transformarse en un crecimiento real y sostenido.
Fuente: Diario La Nación

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