El Campo
Prorrogan y amplían del Estado de Emergencia y Desastre Agropecuario en la provincia de Santa Fe
Se oficializó la medida que extiende el plazo desde el 1 de marzo hasta el 31 de agosto de 2025, incluyendo nuevas localidades y ampliando la cobertura en las regiones más perjudicadas por la sequía reinante. La medida -solicitada oportunamente por el Gobierno provincial- implica un alivio fiscal concreto para los productores afectados, que se suma a las acciones ya dispuestas por el gobierno santafesino.

El Campo
Malezas: una estrategia para no tener problemas en trigo y en cebada
Con foco en la campaña de cereales de invierno 2025/26 se comienzan a definir los lotes para trigo y cebada y las estrategias de manejo de malezas y patógenos.

Las perspectivas para este nuevo ciclo son alentadoras teniendo en cuenta las últimas precipitaciones que se dieron en la mayoría de las zonas trigueras, la mejora en los márgenes y una mejora en la relación insumo/producto.
Son muchas las empresas que trabajan junto a los productores para reducir al máximo las pérdidas en el proceso productivo con una visión integral conectando el control de malezas con un tratamiento profesional de semillas, la protección del cultivo con sus fungicidas foliares, y las soluciones digitales para una agricultura de precisión donde el productor logre mejorar la calidad en sus cultivos y la rentabilidad.
En este sentido, Agustín Falcone, gerente de Cereales de Invierno de BASF, aseguró: “Según diferentes estimaciones, se proyecta un área de siembra de 6,5 millones de hectáreas de trigo, un aumento del 3% versus campaña 24/25, y 1,3 millones de hectáreas de cebada”.
Además, destacó: “Otro factor positivo es que los pronósticos siguen siendo alentadores en el próximo trimestre, meses claves para la siembra de estos cereales, y a largo plazo también las lluvias acompañarían al desarrollo de los cultivos hasta su cosecha, generando que el productor incorpore tecnología para proteger el cultivo y maximizar su producción”.
Es así que la compañía presentó el nuevo herbicida Voraxor®, que según informaron “se posiciona como el jugador clave contra malezas de hoja ancha”.
“Este nuevo herbicida presiembra combina el poder de dos ingredientes activos, trifludimoxazin y saflufenacil, para el manejo de malezas de hoja ancha en los cultivos de trigo y cebada, como nabón, nabo, rama negra, entre otras. Pero también con registro para soja, maíz y maní en la Argentina», indicaron.
“La combinación de estos dos poderosos ingredientes activos de PPO actúa desecando rápidamente las malezas presentes en el lote y gracias a su acción prolongada se logra el control de las futuras emergencias donde los productores tendrán un cultivo sin competencia de malezas que afecten su desarrollo y compitan por nutrientes», añadieron.
Según Falcone, este herbicida “es el atacante veloz para lograr un excelente control antes de la siembra y de persistencia comprobada”.
“Los activos trifludimoxazin y saflufenacil trabajan en conjunto para brindar una nueva herramienta de control de malezas y son complementarios en su acción prologada en el suelo. El trifludimoxazin tiene baja movilidad en suelo, lo que aporta a una excelente persistencia para malezas difíciles de semillas chicas, mientras que saflufenacil, al ser más soluble, se posiciona unos centímetros por debajo de la superficie del suelo controlando malezas de semillas de mayor tamaño», afirmaron en la empresa.
“Esta combinación resulta en un efectivo y amplio espectro de control y estabilidad de control frente a distintas condiciones climáticas. La combinación de los dos ingredientes activos proporciona una actividad aún más rápida, un mayor control y un espectro más amplio de actividad en comparación con cualquiera de los activos de modo independiente. Con un control de malezas altamente efectivo, se retrasa la necesidad de una segunda pasada de herbicida por su acción prolongada, lo que resulta positivo en un año donde la mirada está puesta en la eficiencia y la productividad”, agregaron.
Fuente: Diario La Nación

El Campo
Dólar en baja
Los expertos anticipan que los productores pasarían a vender solo lo necesario para pagar compromisos.

Con un dólar más barato —abrió este lunes a $1075, por debajo del blend previo al fin del cepo— productores y exportadores actúan con cautela y priorizan cerrar solo las operaciones imprescindibles, dijeron en el sector.
Los productores, en plena cosecha, realizarían las ventas de soja y maíz de acuerdo con sus obligaciones financieras inminentes. El 1° de julio próximo las retenciones volverán a su nivel anterior, según advirtió la semana pasada el presidente Javier Milei.
Según los expertos consultados por LA NACION, la nueva flotación entre bandas genera una lógica de espera entre productores: si el dólar se acerca al piso de los $1000, se retiene; si la banda de los $1400 sube, se vende. En paralelo, en el sector el carry trade reaviva la especulación financiera mientras los márgenes son más finos que nunca. Con precios a la baja y sin ventaja cambiaria, muchos venderán lo justo para cumplir los compromisos de la campaña gruesa, mientras que con el resto esperarán para ver cómo sigue todo.
Bruno Todone, analista de granos de AZ Group, dijo que, con este nuevo sistema de bandas entre los $1000 y los $1400, cuando la divisa se acerque a la banda inferior el productor seguramente retenga mercadería y, a medida que se vaya alcanzando los 1400 se avance con una mayor cantidad de operaciones. “Hay que tener en cuenta el calendario en cuanto a deuda que pueda llegar a tener el productor. Venimos de campañas donde se tomó mucho financiamiento. Hubo malas campañas en términos productivos. Hay ciertas regiones que están con mayor cantidad de deudas y que deben vender para cancelarlas”, observó.
Los compromisos de los productores se tienen que pagar entre mayo y junio. “Comenzamos a pensar en la planificación de la fina [trigo y cebada], con algún avance en compras de insumos. El productor debería hacer caja para avanzar”, afirmó. Según dijo, el productor en estos días va a estar esperando para ver el comportamiento del tipo de cambio y, con base a ese comportamiento, va a ir avanzando con ventas de su mercadería.
Javier Preciado Patiño, analista de RIA Consultores, añadió que habría que esperar a ver como se muestran las variables después de una semana corta, el acuerdo con el FMI, el fin del dólar blend y la flotación entre bandas. La semana pasada, indicó, “hubo una fuerte registración de DJVE [Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior], 2,6 millones de toneladas en tres días. Si bien en comparación con el promedio de los últimos años hay todavía un atraso en los embarques programados para abril, el avance post viernes 11 de abril ha sido fuerte”.
El promedio diario de los tres días ha sido muy similar al de la semana previa. No hubo retracción. Sin embargo, dijo, todavía son promedios diarios bajos. El viernes los contratos de granos se liquidaron a un dólar de $1126, casi lo mismo que lo que era el blend antes del viernes 11. En el ínterin, el contrato soja mayo cayó 10 dólares. Es decir, el productor está facturando menos hoy que antes del viernes 11 de abril. El miércoles pasado, los negocios en pesos para la soja andaban en $320.000 contra $330.000 antes de la flotación.
“Estamos en pico de cosecha y hay necesidades de vender para pagar gastos, deudas. Eso podría mostrar más negocios en las próximas semanas. También considerar que si el clima ayuda se acelera la cosecha y que el volumen va a ser similar al del año pasado. Incluso se está hablando de rindes por encima de lo esperado”, dijo y afirmó que en este caso el productor que vende no tiene brecha cambiaria. “Habrá quienes una vez realizado lo que necesitan para la operación, embolsen y se sienten a esperar a ver cómo sigue esta película”, ejemplificó.
Guillermo García, consultor externo agroindustrial, resaltó que el registro de las DJVE en los primeros tres días de la flotación fue de mayor a menor, y respondió a un patrón clásico de ventanas cambiarias como sucedió con los llamados “dólar soja”, que apuntaba a que los primeros que vendían capturaban un mejor tipo de cambio. El primer día de la salida del cepo, observó, exportadores aprovecharon el mejor tipo de cambio para registrar ventas. Ejemplificó el caso de Louis Dreyfus Company (LDC), que tiene un “manejo financiero interesante”, y actúa con rapidez cuando hay ventajas cambiarias.
La acción del Banco Central (BCRA) de retirar los instrumentos de liquidez (pases activos) para sacar pesos del mercado dejó a los bancos con menos efectivo para operar. Como consecuencia, algunos bancos salieron a vender activos, también presionando a la baja al tipo de cambio implícito. “Es parte de su manejo financiero: optimizan la cantidad de pesos contra dólares liquidados, en una especie de dólar soja light. El primero que vende gana, pero no es tan abrupto como el primer dólar soja de Massa”, ejemplificó.
El Gobierno facilitó el ingreso de dólares con permanencia mínima de 6 meses, buscando atraer inversiones en pesos con alto rendimiento (carry trade). En ese sentido, recordó que JP Morgan recomendó hacer carry trade en la Argentina hasta al menos las elecciones de agosto.
Resaltó que el productor tiene varios frentes abiertos con la caída del tipo de cambio. Esto en medio de un número más bajo que tenía el blend antes del fin del cepo, el fin de la reducción temporal de las retenciones [el 1° de julio próximo], las obligaciones financieras y las consecuencias de descuentos logísticos si no entrega a tiempo.
“En soja va a haber un push de ventas o fijaciones que hoy se venían demorando. La industria sabe que su mejor margen se va a dar entre abril y mayo. Al tener poco comprometido, va a haber descuentos por descarga por logística. El productor va a vender a su ritmo, contra obligaciones. Puede que venda si puede aprovechar una relación de canje favorable con algún insumo como la urea, aunque van a regular el nivel tecnológico”, agregó.
Fuente: Diario La Nación

El Campo
La cosecha argentina de soja tiene un retraso histórico pero se espera recolectar un total de 48,6 millones de toneladas
Con la mejora de la situación de la soja de segunda, luego de eventos climáticos que pusieron en duda la condición del cultivo en varias regiones, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ratificó hoy la proyección de una cosecha de 48,6 millones de toneladas.

En la última semana la superficie de soja argentina que sigue en pie en condición regular a mala se redujo en dos puntos, al tiempo que la cosecha a nivel nacional ya cubre el 4,9% del área apta con una demora de de 26 puntos en comparación con el promedio de las últimas cinco campañas.
“A su vez, el 52% de la soja de segunda ya inició el período de madurez fisiológica, mientras que el 48% restante se encuentra entre R4 y R6 bajo óptimas condiciones de humedad, impactando de manera positiva sobre los componentes del rendimiento”, indica el informe de la Bolsa de Cereales.
El rendimiento medio nacional hasta el momento se ubica en 34,2 qq/ha, lo que representa un incremento del 14% respecto a igual semana del ciclo previo. En la zona núcleo pampeana la incipiente cosecha de soja de primera muestra rindes superiores a las expectativas y promedian los 39 qq/ha para esta semana.
Por su parte, la cosecha de maíz con destino a grano comercial avanzó casi cinco puntos durante la última semana para alcanzar el 28% de las 7,1 millones de hectáreas estimadas para la campaña en curso, con un rendimiento promedio nacional de 82,6 qq/ha.
“En el norte de la zona núcleo pampeana la recolección de los planteos tempranos se encuentra próxima a finalizar con rindes estables en torno a los 96 qq/ha, mientras que la zona sur presenta una marcada variabilidad intrazona, con rendimientos que oscilan entre 50 y 95 qq/ha”, señala el informe.
“En la provincia de Córdoba, los planteos tardíos se encuentran mayormente desde estadio R4 en adelante con una situación hídrica favorable. Bajo este escenario, los rindes proyectados no solo estarían asegurados, sino que podrían superar las expectativas iniciales”, añade. En este contexto, se mantiene la proyección de producción nacional en 49 millones de toneladas, lo que representa una reducción de 2,6 millones respecto a la campaña anterior.
Finalmente, la cosecha de girasol entra en su etapa cúlmine y alcanza el 94,9% del área nacional con rinde promedio nacional de 23,4 qq/ha. “A la fecha se da por finalizada la recolección en las regiones sur de Córdoba, San Luis y centro de Buenos Aires, si bien aún restan algunos lotes puntuales que no modificarían la actual estimación”, resume la Bolsa de Cereales, que espera una cosecha de 4,5 millones de toneladas.
Fuente: Bichos de Campo

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