Así lo aseguró este lunes el candidato a gobernador de Santa Fe y actual senador provincial.

El senador Miguel Lifschitz aseguró este lunes que uno de sus principales ejes de gobierno se orientará a «profundizar las acciones sobre los jóvenes y menores de 17 años de la provincia, para combatir el crecimiento de la pobreza que muestra, en los últimos años, un incremento mayor sobre este grupo poblacional que sobre el resto».

«Una de nuestras grandes prioridades estará puesta en incluir a los jóvenes, a través de fuertes inversiones en infraestructura, educación, cultura y salud. Lo que buscamos es contener a los miles de chicos menores de 17 años que están cayendo por debajo de la línea de la pobreza, producto de las políticas económicas vigentes en nuestro país», sostuvo.

El legislador socialista realizó estas declaraciones, tras sendas visitas a los barrios Santa Rosa de Lima, en Santa Fe, y La Tablada,en Rosario, en base a un estudio del Observatorio de la Pobreza, dependiente del Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES). El informe revela que en los últimos doce meses, 857 mil niños y adolescentes en todo el país cayeron en condiciones de pobreza, para sumarse a los ya existentes.

“Desde hace tiempo venimos observando una realidad cada vez más preocupante, que se ve en barrios como La Tablada, Las Flores o Santa Lucía en Rosario, o Santa Rosa de Lima, Barranquitas o Alto Verde en Santa Fe, entre otros. La pobreza se profundizó, y es entre los niños y adolescentes donde más se percibe», dijo el dirigente socialista. Y agregó: “Del mismo modo, también se puede notar que los hogares de esos barrios vieron disminuidos muy notablemente sus ingresos debido a que los precios de los alimentos y productos de primera necesidad subieron por encima de la inflación, y no existen medidas políticas de fondo para afrontar esta clase de coyunturas”.

En este marco, Lifschitz sostuvo que, de acceder a la gobernación, «seguirá priorizando las políticas destinadas a este grupo etáreo, con el objetivo de construir mayor igualdad y ofrecerles a estos jóvenes herramientas para un crecimiento sano y un desarrollo saludable». «Para ello -continuó-, será fundamental mantener la buena interrelación existente con los diferentes gobiernos locales, que son quienes tienen una información territorial más acabada y permiten abordajes más precisos a través de políticas públicas estructurales, destinadas a la inclusión de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes».

«Creemos que tenemos que sostener las acciones que viene concretando el gobierno de Antonio Bonfatti, y profundizar el Plan Abre, al que hay que llevarlo a todos los barrios de Rosario y Santa Fe», aseguró Lifschitz. Además, destacó la importancia que tiene para su programa de gestión la temática de la educación, con principal hincapié en lograr que todos los jóvenes santafesinos finalicen la escuela secundaria. En este sentido, el candidato a gobernador reconoció los programas «Vuelvo a Estudiar» y «Nueva Oportunidad» y aseveró que pretende darle a ambos un mayor impulso.

«Tenemos que trabajar activamente y estar muy atentos, porque la inflación, la recesión y la pérdida de puestos de trabajo, puede que no parezca, pero afectan directamente a los menores de 17 años de nuestra provincia, por lo que deberemos poner todos nuestros esfuerzos en contener e incluirlos con acciones coordinadas entre el gobierno provincial y las diferentes gestiones municipales», manifestó.

El estudio del CIPPES señala que en el último año, la tasa de pobreza entre niños y adolescentes en la Argentina aumentó por encima de la del resto de la población. Mientras que en general la tasa de pobreza se incrementó 5,05 puntos porcentuales en ese período, entre los más pequeños y jóvenes (de 0 a 17 años) se eleva a 6,2 puntos. En tanto, de acuerdo con las cifras publicadas, la tasa de pobreza en la población en general pasó del 26,41% en junio de 2013 al 31,46%, en junio de 2014. Y, dentro de ella, la porción de niños y adolescentes de entre 0 y 17 años en esas condiciones socioeconómicas, es decir que no cubren sus necesidades básicas, pasó del 40,06% al 46,26%.