La ruta nacional 7 une a la provincia de Buenos Aires con Santa Fe y otros distritos. Hace un año, esa zona estuvo muy complicada por al agua. Las inundaciones barrieron con hectáreas de campo que provocaron la crecida de la laguna La Picasa. Telenoche viajó hasta allí y comprobó que el camino está «muerto»: solo hay destrucción.

Durante 20 kilómetros, Gustavo Tubio recorrió la ruta que está trazada por el medio de la laguna. Como los pozos son enormes y las grietas son amplias, la única manera de transitar por allí es con cuatriciclo ya que ni siquiera las camionetas 4×4 sirven.

El camino está cortado hace un año. La laguna La Picasa desbordó y se lo tragó: los contenedores de cemento que habían puesto en el costado se destrozaron. Las piedras que quedaron están desparramadas: hay que esquivarlas para intentar pasar. Además, grandes bloques de material quedaron cruzados, lo que hace imposible manejar. La parte alta quedó despejada, pero el agua socava el terreno. La reconstrucción debería ser total.

«En el 99 se había empezado una ruta bordeando la laguna que era conveniente de los económico, que tenía solo 4 kilómetros más», comentó Eduardo Salleras, exjefe comunal del pueblo santafesino de Aarón Castellanos, que había impulsado la iniciativa que nunca se concretó.

Para el dirigente político el camino construido por arriba del agua «es parte de la corrupción de la década pasada». «Costaba entre seis y siete veces más y no era lo conveniente desde el punto de vista técnico. Tenía un presupuesto de 65 millones de pesos contra 10 que valía el otro proyecto», agregó.

El gran drama de los vecinos es la forma de llegar a los pueblos que están pasando la laguna. «Tenemos que desviarnos 200 kilómetros por otros caminos para poder llegar», comentó uno de los habitantes de Rufino.

Fuente: tn.com.ar