Las compañías automotrices desarrollan diversas opciones de navegación con funciones manos libres para proporcionar un manejo menos estresante, aunque las reglamentaciones actuales exigen que el conductor nunca suelte el volante.
La película promocional de General Motors prevé el futuro: los conductores ingresan a la autopista, ponen sus automóviles en «piloto automático» y se relajan mientras el vehículo asume el control y se dirige hacia el horizonte. ¿La fecha de la película? 1956.
Sesenta años después, los fabricantes de automóviles hacen de ese sueño una realidad.
Pero la tecnología se ha adelantado tanto que los legisladores y los reguladores luchan por ponerse al día con características como la conducción con manos libres, la cual se encuentra a meses, en lugar de años, de distancia.
Este verano, Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos de alta gama, promete equipar su sedán modelo S para que se conduzca solo en autopistas bajo ciertas condiciones. En enero, Audi presentará un vehículo que podrá maniobrarse a sí mismo para atravesar embotellamientos. Y el año que viene, Cadillac ofrecerá conducción en autopista con manos libres a través de su función «Super Cruise».
Ya han llegado formas limitadas de conducción con manos libres. Marcas de lujo como Mercedes-Benz e Infiniti ofrecen funciones que permiten a los conductores «mantenerse en un carril» y quitar las manos del volante por un tiempo en tramos rectos de carretera.
Pero estas innovaciones conducen a una pregunta: ¿Eso es legal?
La mayoría de los estados de Estados Unidos no tiene ninguna ley al respecto. Los pocos que sí las tienen aprobaron leyes principalmente para permitir la investigación y las pruebas. Sólo el estado de Nueva York requiere específicamente que los conductores mantengan una mano en el volante, pero esa es una ley de 1967.
Como resultado, los fabricantes de automóviles se dirigen a un vacío reglamentario.
«Si no está expresamente prohibido, podríamos argumentar que está permitido», dijo Anna Schneider, vicepresidente de relaciones gubernamentales de Volkswagen, dueño de la marca Audi.
«No necesitamos ningún cambio en la legislación para poner al Super Cruise en la carretera», dijo Dan Flores, el portavoz de General Motors. Tesla se negó a comentar sobre el tema.
Recientemente, un oficial de Volvo mostró su nuevo XC90 todoterreno por un camino arbolado en Nueva Jersey. Con su lanzamiento programado para junio, el XC90 tiene una función semiautónoma llamada «piloto assist» (asistencia al piloto) prevista para el tránsito congestionado.
Después de que el conductor presionó un botón en el volante, los sensores analizaron el camino y se fijaron al vehículo. Un ícono blanco se iluminó en el tablero, y el volante comenzó a moverse solo.
Mientras el camino se curvaba, el Volvo se conducía solo, ajustando automáticamente el acelerador y la dirección. El vehículo siguió adelante sin problemas, pero después de unos cinco segundos, una luz del tablero sutilmente pidió al conductor que mantuviera un toque suave en el volante.
Pero eso no era necesario; el Volvo podía continuar con manos libres por varios kilómetros a velocidades de hasta 48 kilómetros por hora por un camino bien marcado. Pero por ahora Volvo ha programado el XC90 para que empiece a desacelerar si un conductor no le hace caso a la luz de advertencia, logrando que este vehículo sea un puente entre la tecnología que ayuda a mantenerse en un carril y la de manos libres, que llegará al mercado pronto.
El objetivo es hacer que las partes tediosas de manejar un automóvil sean menos estresantes. No estamos hablando de permitir que un conductor simplemente se retire y no preste atención, dijo Jim Nichols, vocero de Volvo
«El objetivo es hacer que las partes tediosas de manejar un automóvil sean menos estresantes», afirmó Jim Nichols, vocero de Volvo. «No estamos hablando de permitir que un conductor simplemente se retire y no preste atención».
Los fabricantes de automóviles ven a la tecnología de manos libres como el siguiente paso natural en la conducción; una evolución que ha ido desde la velocidad de crucero a los frenos anti-bloqueo y hasta el control electrónico de la estabilidad. Ninguna de esas innovaciones requirió la autorización de los reguladores.
Y expertos legales dicen que las posturas de los fabricantes de automóviles son probablemente correctas: que en ausencia de leyes específicas en contra, la conducción con manos libres es legal.
«La mayoría de los estados no prohíbe expresamente los vehículos automatizados», señaló Bryant Walker Smith, un profesor de derecho y de ingeniería en la Universidad de Carolina del Sur.
Pero eso no significa necesariamente que los conductores no enfrentarán ciertos controles.
«No es sólo lo que está en los libros; es lo que se hace cumplir», dijo Smith. «Si un policía te ve conduciendo sin manos, él podría determinar que es imprudente y hacerte una multa de todas formas. Cada oficial tiene una tremenda flexibilidad de criterio».
No existen leyes federales que explícitamente prohíban la práctica, tampoco. Parte del motivo por el cual los funcionarios federales y estatales han luchado para definir reglas autónomas es que la cuestión atraviesa un territorio legal tradicional.
«El gobierno federal regula en gran medida el diseño de los vehículos, como por ejemplo: ‘¿Cumplen con las normas de seguridad anti-colisiones’?», preguntó Smith. Los estados son los que regulan a los conductores y su comportamiento, aclaró. «Ahora el automóvil se convierte en el conductor».
Un corto de GM de 1956 que anticipa los vehículos autónomos
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California, Nevada, Michigan, Florida y el distrito de Columbia legalizaron la tecnología autónoma en ciertas circunstancias; principalmente para la realización de pruebas. Otros estados están considerando las reglas.
Pero para los consumidores y para los mismos funcionarios locales, la naturaleza fracturada de lo que está permitido y dónde puede crear incertidumbre.
«Todos los estados están preocupados, porque nadie quiere ver un mosaico de normas en todo el país», dijo Bernard Soriano, quien es el Subdirector del Departamento de Vehículos Motorizados de California. «El camino correcto a seguir sería tener normas federales que puedan seguir los fabricantes de automóviles».
La Administración Nacional de Seguridad de Tránsito en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en idioma inglés), alega que carece de autoridad para anticipar las nuevas funciones autónomas de los fabricantes de automóviles hasta que algo sale mal.
«Si alguien quiere vender un vehículo totalmente automatizado hoy, quizá pueda lograr que un tribunal decida que no hay nada que la NHTSA pueda hacer al respecto hasta que presente un riesgo razonable para la seguridad», dijo un portavoz de la agencia, Gordon Trowbridge.
La demostración de un riesgo razonable para la seguridad bajo el mandato de la agencia, dijo, implica citar casos de accidentes o fallas que ya han pasado.
Por ahora, eso deja un vacío legal, que los estados recién ahora están descubriendo.
Recientemente, un grupo de funcionarios estatales del área de transporte se reunió por primera vez para comenzar a elaborar pautas orientadas al consumidor con el fin de que sean compartidas por los estados. Soriano lidera el grupo, el cual cuenta con el apoyo de los reguladores federales y tiene el objetivo de publicar sus recomendaciones para fines de 2016.
Pero, como la tecnología de manos libres llegará al mercado antes, California y Nevada ya se están adelantando con sus propias normas para los consumidores.
Soriano dijo que California estaba a punto de formular proyectos de ley que se aplicarían a los conductores normales, aunque la sanción tardará al menos seis meses más. Hasta que eso suceda, los fabricantes de automóviles podrían no tener la capacidad legal de vender automóviles con ciertas características autónomas a los clientes de California. Los fabricantes intentan limitar las características que entrarían en esa categoría.
Y Nevada ha comenzado a trabajar sobre leyes para los consumidores, las que podrían ser lanzadas para fin de año, señaló Jude Hurin, un alto funcionario del Departamento de Vehículos Motorizados del estado.
Al final, dijo, necesitamos encontrar un equilibrio.
«Tenemos que averiguar la forma de regularlos de manera que no se inhiba la innovación con demasiada burocracia pero además de manera que podamos asegurar que esta tecnología es segura y es utilizada correctamente», señaló Hurin.
TRADUCCIÓN DE ÁNGELA ATADÍA DE BORGHETTI – Por Aaron Kessler | The New York Times