Amadeo Carrizo, el histórico arquero que jugó 23 temporadas en River, es considerado uno de los más grandes exponentes del fútbol argentino.
Amadeo Carrizo, el histórico guardavallas de River Plate que debutó a los 18 años y durante 23 temporadas y considerado uno de los más grandes exponentes del arco en el fútbol argentino, cumplirá este viernes 89 años.
Nacido en la ciudad santafesina de Rufino, Amadeo tenía a su padre, de oficio ferroviario, y pretendía que su hijo siguiera su camino en el Ferrocarril que iba al Pacífico.
«Mí padre en Rufino era empleado ferroviario en el Ferrocarril que iba al Pacífico. Los hijos de los ferroviarios teníamos prioridad para ingresa. Mí viejo estaba haciendo los trámites cuando viajé a Buenos Aires. No creo que hubiera sido un buen ferroviario», recordó.
Sin embargo, con apenas 18 años, el pibe, por recomendación de un amigo, se tomó el tren pero rumbo a Buenos Aires para dar una prueba en su querido River: «Viejo me tomaron la prueba. Parece que quedó», le confesó al padre, una vez concretado el entrenamiento en donde conformó a Carlos Peucelle, quien pidió que quedase. Se incorporó a la cuarta división.
«Lo que no sabía nadie es que era para siempre», evocó Amadeo 23 años más tarde. «Junto con Angel Labruna somos los que más tiempo jugamos en Primera en River», puntualizó tiempo atrás ante la consulta de Télam
En 1961, el periodista Dante Panzeri, por entonces director de «El Gráfico», escribió
una nota editorial explicando por qué Carrizo era el «mejor arquero de todos los tiempos. Inventó el puesto», sentenció.
«Inteligencia para adivinar la jugada del delantero adversario, intuitivo, jugando como defensor cuando su equipo está adelantado; saliendo a cortar centros como un basquetbolista, habilidoso con los pies y un saque de arco que es un avance» explicó Panzeri en su momento.
Por entonces, el ruso Lev Yashin era considerado «el mejor arquero europeo». Los soviéticos habían consagrado como «la Araña Negra» a Yashin por su vestimenta e integraba los seleccionados desde los Juegos Olímpicos de 1952 en Helsinki.
Panzeri explicó: «Yashin resuelve volando de palo a palo como en los´50 lo hacía Rogelio Domínguez, lo que Carrizo hace con su colocación y su sagacidad para estar adelantado a la jugada», escribió el polémico periodista.
El 6 de mayo de 1945 el posteriormente legendario arquero ‘millonario’ tuvo debut en Primera con 18 años según su propio recuerdo. Fue una tercera fecha de campeonato, estadio de Independiente, en Avellaneda.
«Estaba lesionado Héctor Grisetti y Carlitos Peucelle me avisó que debutaba en la ‘Doble Visera'» dijo Amadeo hace un tiempo, mientras era acompañado por su amigo Juan Carlos Guzmán, ex defensor del «rojo» y River en los´60
«Aquel mediodía apenas tomé te con leche y galletitas de agua; quería estar livianito por mí estatura, 1.90 y peso. 85 kilos», señaló quien sería el «1» de la historia riverplatense por más de dos décadas.
«El ataque de Independiente tenía a dos glorias: (Vicente) De la Mata y el paraguayo Arsenio Erico», subrayó el gran Amadeo. «Creo que en la Primera me afirmé en el ´48», continuó.
«Iba ganando Independiente, gol de Camilo Cervino, que después se destacó en Colombia. Una curiosidad es que empató Angel Labruna, de penal. Pateaba Angel hasta que llegó Santiago Vernazza», recordó
«En el segundo, (Alberto) Gallo, que era el «8» cuando José Manuel Moreno la ‘rompió’ en México y volvió como el ‘Charro’, hizo el segundo gol. Ganamos 2-1. Jugué el siguiente partido en el Monumental, contra San Lorenzo», siguió
«El mejor partido mío de ésa época, curiosamente fue en La Bombonera, en el´47. River nunca había ganado. Recuerdo haber tapado dos ‘taponazos’ a Mario Boyé. Las dos figuras de esa tarde fuimos el ‘Charro’ Moreno y yo», evocó
«River iba perdiendo 0-1 y lo dio vuelta (2-1), con goles de Labruna y el puntero derecho Héctor Reyes.
«Ese campeonato lo ganamos con 46 puntos y 90 goles a favor», recordó Carrizo, con 520 encuentros oficiales con la institución de Núñez, hoy designado ‘presidente honorario’ en el club.
Siempre rodeado de afectos, su esposa (contrajo matrimonio en 1951), hijas, nietos y el corazón riverplatense, además de sus antiguos compañeros, Carrizo había sido invitado a Rufino para celebrar su cumple con viejos amigos. Pero el número «1», honor que tal vez comparta con el posterior Ubaldo ‘Pato’ Fillol, prefirió no asistir por estar «con algunas nanas de salud», tal como explicó a Télam el citado Guzmán.
Fuente: diariouno.com.ar