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Octubre, Mes de Concientización del Cáncer de Mama

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El cáncer de mama es el tipo de de cáncer más frecuente en mujeres representando alrededor del 25% de todas las patologías oncológicas. Su incidencia se ha ido incrementado ligeramente desde hace unos años, pero afortunadamente su mortalidad ha ido disminuyendo debido a una detección más temprana y a nuevos tratamientos.

Sólo entre un 5 y 10% de los cánceres de mama son de carácter hereditario. Tener una historia familiar representa un mayor riesgo. En este último caso, y siempre mediante asesoramiento genético con el equipo de salud, se pueden estudiar un grupo de genes relacionados con la enfermedad y tomar decisiones preventivas o terapéuticas en base a ello.

Dado que la mayoría de los cánceres de mama no se presentan con historia familiar, hay dos aspectos sobre los que podemos accionar en la población general: la prevención, trabajando sobre aquellos factores que se sabe influyen en el desarrollo del cáncer y el diagnóstico precoz, que permite encontrar la enfermedad en estadíos tempranos.

Sobre el aspecto preventivo, existen numerosos factores que cambian el riesgo de presentar la enfermedad. Algunos son inmodificables como la edad (el riesgo se incrementa con ésta), la raza, los antecedentes familiares, la edad en la que se presenta el primer ciclo menstrual, o la densidad del tejido mamario, entre otros. Sin embargo hay una serie de factores que podemos modificar en nuestra conducta a modo de disminuir el riesgo:

  • Promover alimentación saludable.
  • Promover la actividad física.
  • Reducir el consumo de alcohol.
  • Consensuar con el médico el uso de terapia hormonal para síntomas menopáusicos.

Desde el punto de vista del diagnóstico precoz se sugiere:

  • Realizar autoexámenes mamarios con frecuencia. Dado que algunos síntomas son muy inespecíficos y esta técnica no permite la detección de nódulos pequeños su práctica no representaría un método de detección de gran aporte. Sin embargo siempre se recomienda consultar con un especialista la aparición de cambios como tumefacciones, zonas enrojecidas, cambios en la piel y secreción.
  • Realizar mamografías con la frecuencia estipulada con su médico. Esto puede variar por ejemplo si se encuentra con un perfil de alto riesgo.
  • Diagnóstico por imágenes adicionales como la ecografía o incluso en algunos casos RMN (Resonancia Magnética Nuclear) también puede ser solicitados.
  • Muchas veces son indicados estudios de anatomía patológica sobre biopsias ante sospecha de células tumorales que pueden descartar la patología o en caso de confirmarla son de gran utilidad para definir tratamientos.

Los aportes del laboratorio son a nivel preventivo y de seguimiento de pacientes.

  • Estudios genéticos mediante consultoría previa permitiendo la prevención en aquellos resultados en los que los resultados recomienden mastectomía debido a la presencia de mutaciones que estén implicadas con desarrollos malignos. Para ello se estudia en general un panel de genes dentro de los cuales los más conocidos son el BRCA1 y BRCA2.
  • Seguimiento de pacientes mediante marcadores en sangre. El más utilizado es el CA-125. Este marcador no debe ser usado como método de screening ne la población general, sólo se utiliza para monitoreo de pacientes diagnosticadas y tiene utilidad también para control de recidivas. Se recomienda que su medición sea realizada siempre en el mismo laboratorio para asegurar trazabilidad en los resultados y en la metodología utilizada.

En relación al tratamiento el abordaje es completamente individual, pudiendo utilizarse radioterapia, quimioterapia, terapia con agentes antihormonales (tumores con receptores a estógenos y progestágenos detectados por anatomía patológica en las biopsias), terapias con anticuerpos monoclonales dirigidos contra el tumor (tumores HER2 positivos) y nuevas terapias inmunológicas para que el propio sistema inmune reconozca al tumor y lo ataque. La elección del tipo de tratamiento depende del paciente, del tumor y del estadío de la enfermedad.

Para finalizar, recordemos nuevamente que lo más importante es la detección temprana, dado que de esta forma se logra la curación de un elevado porcentaje de los casos.

Fuente: Dr. Marcelo Pugliessi – Departamento de Biología Molecular – ibcrosario.com.ar

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