El Campo

Volvieron los ataques a silobolsas y un productor expresó su indignación

El viernes pasado, a las 7, los Ramírez, contratistas y productores rurales, recibieron el llamado de un conocido quien los notificó que en la madrugada, mientras transitaba por la ruta 60, a 12 kilómetros de Huanguelén, creía haber visto dos silobolsas pertenecientes a ellos rotos.

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Efectivamente, parte de los 300.000 kilos de maíz almacenados estaban desparramados por el piso, en medio del barro, en un día en que estaba pronosticado 40 milímetros de lluvia. Entre el secado de la mercadería que pudieron recuperar y el reembolsado calculan un gasto extra de un millón de pesos. Es el primer ataque que sufren contra sus silobolsas.

“Primero pensamos que era una falla de los bolsones, pero cuando miramos con detalle nos dimos cuenta de que estaban cortados adrede con un cuchillo o algún elemento cortante”, contó en diálogo con LA NACION Jorge Ramírez, un integrante de la firma productora que, junto a sus tres hermanos, Luis, Sergio y Guillermo, desde hace 30 años son contratistas rurales y siembran trigo, maíz, cebada y soja.

Con este nuevo caso, según el relevamiento que lleva adelante este medio, ya van 242 los silobolsas siniestrados desde que comenzó la ola de ataques el año pasado, mientras que suman 71 en lo que va de 2021.

“Es indignante ver esto porque nosotros nunca tuvimos problemas con nadie. Todo lo que tenemos lo hicimos desde abajo. Durante estos años progresamos a costa de mucho esfuerzo y trabajo. Somos una empresa que tenemos 15 familias trabajando para nosotros, vivimos en un pueblo chico donde somos 6000 habitantes que nos conocemos todos. Que pasen este tipo de cosas es algo inexplicable”, reclamó el productor.

Se trata de la primera vez que la familia es víctima de un delito de estas características. Ramírez dijo que ese día fueron diez los empleados del establecimiento que debieron dejar sus actividades para ir a levantar el cereal, trabajaron desde las 8 hasta las 17 para volver a reembolsar todo lo posible.

“Ni quisiera pudimos cargar en un camión por el barro que había. Ahora dentro de un mes vamos a tener que sacar todo de vuelta porque embolsamos todo húmedo, fue casi imposible trabajar con este clima”, detalló.

El productor explicó que los granos levantaron “muchísima humedad” y secarlos sale muy caro. Se trata de entre 15 y US$20 por tonelada en secado. Todo este proceso de secado demandará más de 4000 dólares.

“Da mucha impotencia porque nosotros trabajamos en pos de seguir progresando. Más allá de buscar un beneficios propio, apostamos al país y a que crezca, pero te encontrás con este panorama y te da mucha bronca”, agregó.

El productor hizo la denuncia y la patrulla rural de la zona trabaja en identificar a los delincuentes. “Es muy difícil saber quién fue porque nadie vio nada, pero tenemos esperanzas de que encuentren al responsable para que pague por lo que hizo. Igual no creo que sea gente de Huanguelén porque aquí nos conocemos todos y, como nunca tuvimos problemas con nadie, no puedo echarle la culpa a nadie. Ojalá supiéramos algo”, expresó.

“El campo aporta muchísimo con impuestos, con retenciones y te da mucha impotencia porque en realidad lo único que hemos hecho es trabajar para poder progresar. Hace 30 años que seguimos haciéndolo. Apostando siempre al país, a que le vaya bien y nos pasan estas cosas”, remarcó.

Fuente: La Nación

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