De entrada, las posturas están claras por ambos bandos. Messi sigue queriendo dejar el Barcelona. Y pretende hacerlo gratis porque considera que las leyes están de su lado respecto a la interpretación de los contratos de salida y de la cláusula de rescisión. El Barcelona, por su parte, no quiere que se vaya. Se aferra a los 700 millones de la cláusula de rescisión y también considera que la ley está de su parte. Bartomeu se juega todo en el envite. Si Leo se marcha, pasará a la historia como el presidente que dejó marchar en cuatro años a Neymar y Leo. No parece un buen legado. Por este motivo, se ha esforzado al máximo para tener este encuentro. En un principio quería que fuera con el propio futbolista, pero Leo le regateó como si estuvieran en el césped del Camp Nou.
Bartomeu ha conseguido que Jorge Messi acceda a la reunión. Piensa que en el cara a cara podrá convencerle para que su hijo no deje el Barcelona. No parece probable. El presidente le ofrecerá la renovación hasta 2022 en los términos en los que se habían hablado hace unos meses y con los que estaba de acuerdo el futbolista. Es decir, dos años más pero Messi podría irse si quisiera al final de la próxima campaña. Si lo lograra, pasaría a ser el presidente que evitó la ‘fuga’ de Leo al City de Guardiola.
Le ofrecerá la renovación
Jorge Messi escuchará al presidente, pero la idea sigue siendo dejar el Barcelona. Tendrá que ser muy persuasivo Bartomeu para conseguir que cambie de opinión. Si no lo hace, pasará a la siguiente fase y esta es que se marche con un precio de salida fijado en la reunión. Sabe que pedir los 700 millones no tiene ningún sentido porque Messi tiene argumentos legales para que no se aplique esta cláusula.
Y también sabe que puede dejar el club amparándose en la cláusula liberatoria para marcharse al final de cada temporada. Por lo menos, para conseguir de inmediato el tránsfer internacional y jugar en otro club mientras los jueces deliberan si tiene o no razón en esta cuestión.
Leo no quiere acabar en los tribunales
Sin embargo, Messi no quiere acabar en los tribunales por lo que está dispuesto a llegar a un punto intermedio. Es decir, renunciar a ir a juicio y que el Barcelona ponga un precio de salida. A partir de aquí vendrá el tira y afloja para poner una cantidad a la que puedan llegar City o PSG, los dos grandes pretendientes del jugador y donde Leo se encontraría muy a gusto.
Llega el punto culminante de la partida. A partir de ahora se precipitarán los acontecimientos. Primero, la reunión presidente y padre del jugador donde este escuchará la propuesta. Y luego una reunión familiar para decidir la postura definitiva.
Fuente: ar.marca.com