Ante el cuarto día sin elecricidad, ya no hay líquido en las redes por falta de bombeo. Los caraqueños beben de las descargas pluviales.
El apagón nacional que padece Venezuela desde el jueves pasado sumó una preocupación más para los sufridos habitantes de Caracas y muchas otras ciudades: la total falta de agua potable en las redes. Los caraqueños se lanzaron a sacar agua de los canales de desagüe que pasan por la ciudad. Un peligro sanitario que se suma al de la comida en mal estado por la falta de refrigeración y a los hospitales a oscuras. Además, en la noche se registraron numerosos saqueos. El apagón amainó algo ayer, pero luego volvió con fuerza en la capital y el interior. El jefe de la oposición, Juan Guaidó, denunció la inacción del gobierno de Nicolás Maduro y llamó para hoy a otra manifestación, mientras, como jefe del Legislativo, firmó una directiva para suspender el envío de petróleo y nafta a Cuba, que paga un precio muy por debajo del de mercado a Caracas.
Por las redes sociales y entre grupos vecinales de Caracas corría ayer la información de que no habrá más agua, sencillamente porque los sistemas de bombeo de la empresa de aguas corrientes, Hidrocapital, no tienen electricidad para operar, reportaba el portal Tal Cual. En varias comunidades no llega el agua y los habitantes se han quedado sin reservas. Como la electricidad, en Venezuela el agua potable es un bien de provisión intermitente desde hace años, pero el histórico apagón que se inició el jueves a la tarde ha golpeado de lleno a la distribución de agua. Los venezolanos están habituados, en las zonas populares en especial, a hacer largas filas con bidones ante una canilla. Pero ahora esas canillas están sin una gota de agua, y deben subirse a escarpadas laderas o bajar por las paredes de hormigón de los ríos canalizados que atraviesan Caracas. En la capital había ayer «tomas» de agua directa en la llamada Cota Mil, donde larguísimas colas se habían organizado para llenar botellones y otros envases. Tal Cual ilustraba el drama con excelentes fotos de Sergio González, tomadas también en las en las caídas de agua de las «quebradas» al río Guaire. Las «quebradas»son los caños de la red que recoge el agua de lluvia de las calles y la vuelcan en los ríos canalizados, como el Guaire. No son aguas negras, pero tampoco son ni de cerca potables. Esta agua debería hervirse, pero esto implica gastar gas o hacer fuego con leña. Son situaciones y escenas increíbles para un país y una ciudad que estuvieron entre los más ricos de América latina hace apenas tres décadas.
Yusmary Laguna, de 35 años, denuncia: «Tenemos miedo de utilizar esta agua pero no tenemos otra forma de obtenerla. Primera vez que tengo que venir a esta lugar. Este es el segundo viaje que hago, tengo dos hijos menores una de 2 y otra de 8 años», señala, mientras explica a Tal Cual que se han visto en la necesidad de utilizar esta agua porque desde el jueves no les llega la de red. «Yo tengo que atravesar toda la autopista para llegar a mi casa, lo hago por mis hijas. La comida ya se está descomponiendo, que alguien haga algo», reclamó.
En otros sectores de Caracas, la gente hacía «trancas», o sea, corte de calles, y reclamaba que enviaran agua potable en camiones cisterna.
En el plano político, el presidente interino de Venezuela designado por el Parlamento, Juan Guaidó, llamó a los venezolanos a salir hoy a las calles de todo el país para reclamar la salida del gobierno chavista de Nicolás Maduro y protestar por el apagón que afecta a todo el país desde el jueves a la tarde. Guaidó efectuó la convocatoria durante una sesión especial de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), reunida de urgencia, mientras en Caracas y otras ciudades eran saqueados comercios. La Asamblea, que sesionó gracias a un grupo electrógeno, aprobó un decreto presentado por Guaidó que declara «el estado de alarma, como modalidad del estado de excepción, en todo el territorio nacional, debido a la calamidad pública generada por la interrupción sostenida del suministro eléctrico». También instruye al servicio exterior a procurar «cooperación técnica internacional» y ordena la «inmediata suspensión» del suministro de petróleo y derivados a Cuba, a fin de garantizar el ahorro de combustible para el funcionamiento del sistema eléctrico. Cuba paga un precio por debajo del de mercado, lo que la ha beneficiado en miles de millones de dólares desde los tiempos de Hugo Chávez (1999-2013).
En tanto, el apagón iniciado en la tarde del jueves pasado se mantenía casi sin cambios. Afectaba a Caracas y a 22 de los 23 Estados provinciales de Venezuela. Asimismo, anoche se registraron saqueos de almacenes, autoservicios, supermercados y centros comerciales en Caracas, Maracaibo y otras ciudades. La policía detuvo a tres personas por los saqueos en Caracas y a 17 por el incendio de la sede del Seniat (la autoridad aduanera y tributaria) en Maracaibo, informaron los diarios El Nacional y Panorama. La preocupante inacción del gobierno parece indicar que ya no tiene mucho por hacer, salvo esperar que los técnicos repongan el servicio eléctrico.