Leo Messi no está atravesando por su mejor momento en la selección Argentina.
Leo Messi, cabizbajo, tras la derrota de Argentina ante Croacia. EFE
La Albiceleste podría caer eliminada en la fase de grupos del Mundial de Rusia, pero el capitán argentino está dispuesto a pelear para que el partido ante Nigeria en San Petersburgo no sea su último encuentro con la camiseta argentina.
El resultado de esta ‘final’ anticipada por lograr la segunda plaza del Grupo D y el pase a octavos de final de la Copa del Mundo va a determinar cómo será el adiós de una generación que ha logrado oros olímpicos y mundiales juveniles, pero que no obtuvo hasta ahora títulos importantes con la selección absoluta.
Messi está en el punto de mira. La presión y la responsabilidad que tiene el delantero y capitán de la Albiceleste en el tercer partido de su selección en el Mundial está por encima de todo después de que su rendimiento no haya sido el esperado en los dos primeros encuentros.
La falta de reacción en Rusia (Messi no ha marcado ningún gol en este Mundial) expone al crack argentino a un regreso anticipado a casa, quizás en el peor final imaginado en su trayectoria con la Albiceleste tras perder la final de Brasil (2014) con un gol de Alemania en la prórroga.
El penalti fallado ante Islandia
El jugador del Barcelona asumió la responsabilidad por el penalti errado en el empate contra Islandia (1-1) y tras no aparecer en el juego de su selección en la dolorosa derrota ante Croacia (0-3) en una crisis futbolística que nunca antes había tenido con la camiseta de Argentina.
Muchas han sido las voces críticas que están saliendo en los últimos días en contra de la Albiceleste, de Sampaoli y el propio Leo. Y es que, muchas cosas hay en juego para el cinco veces ganador del Balón de Oro, y que con el Barça ha conquistado todos los títulos imaginables. Unos récords que aún no ha conseguido con su selección.
«Depende de cómo vaya este Mundial seguiré o no jugando con Argentina», declaró Messi antes de ir a Rusia. De no pasar a octavos, el partido de Nigeria podría ser el último de Leo con la Albiceleste. Aunque eso nunca se sabe. Esa misma frustración lo llevó a renunciar a la selección a finales de junio de 2016, minutos después de que la Argentina subcampeona en Brasil 2014 perdiera en la Copa América Centenario en Estados Unidos la tercera final. Al poco tiempo dio marcha atrás convencido por el clamor popular y sus ansias de jugar el que podría ser su último Mundial.
Argentina’s forward Lionel Messi reacts during the Russia 2018 World Cup Group D football match between Argentina and Croatia at the Nizhny Novgorod Stadium in Nizhny Novgorod on June 21, 2018. / AFP PHOTO / Johannes EISELE / RESTRICTED TO EDITORIAL USE – NO MOBILE PUSH ALERTS/DOWNLOADS
El equipo a la espalda
Los resultados con Islandia y Croacia han hecho que la selección de Sampaoli viva sumergida en una crisis inédita que no logra descifrar qué le pasa a su capitán que esquiva a la prensa y que deambula con la mirada perdida por la cancha de entrenamiento.
La falta de rendimiento de Messi se multiplica cuando salen a la palestra los que dicen que le falta un socio de juego que potencie su rendimiento, las diferencias con Sampaoli, la soledad sin visitas familiares en Rusia, una supuesta crisis matrimonial, el buen momento de forma de Cristiano Ronaldo o escándalos financieros. Pero, como lo definió Sampaoli, «Leo es un genio al que le gusta jugar a la pelota», sin otros condimentos.
Leo vuelve a sonreír
Y algo cambió en las últimas horas. El domingo cumplió 31 años y en medio de una enorme expresión de cariño de su familia, sus compañeros, jugadores de todo el mundo y hasta de los vecinos de Bronnitsy, que le organizaron una fiesta y recuperó la sonrisa.
«Leo está bien. Es un ser humano y también tiene sus frustraciones, pero está con muchas ganas de revertir la situación», aseguró Mascherano.
Messi tiene el poder de hacer historia y dejar abierta, sin fecha, su despedida. Qatar 2022 podría encontrarlo con 35 años ¿Quién sabe?