Si existe un elemento revolucionario que haya modificado nuestra realidad, es la invención de internet. Las posibilidades que ofrece la red en cuanto a conectividad e interacción a distancia han cambiado muchas de las dinámicas que hasta ahora eran habituales. Uno de los ejemplos más clarificadores es el de la comunicación; las largas llamadas telefónicas han dado paso a mensajes escritos a través de WhatsApp o iMessage, así como a las famosas notas de voz que todos habremos recibido en más de una ocasión.
Y si abrimos el objetivo y en vez de fijarnos en casos individuales analizamos escenarios colectivos, veremos cómo muchos sectores profesionales han sabido también aprovechar este cambio de paradigma. Precisamente lo que haremos a continuación es exponer casos que van a servir como ejemplo, para mostrar transformaciones exitosas desde la interacción física hasta el panorama digital y virtual.
Uno de los ejemplos más fáciles de entender es el del mundo textil. Constantemente, aparecen nuevas informaciones que demuestran el aumento de ventas exponencial que están teniendo las empresas de moda a través de internet. En el pasado, la acción de probarte una prenda antes de adquirirla era un acto imprescindible, una forma de saber si ese ítem que estabas a punto de comprar se adaptaba realmente a tus necesidades. Actualmente, el público más joven opta por adquirir directamente la pieza y devolverla si finalmente no le corresponde. Otra salida a dicha problemática es la venta de la ropa en plataformas de segunda mano, dándole una nueva vida a las prendas adquiridas.
Otro sector que ha conseguido implementarse de manera correcta en el entorno digital ha sido el del juego online. Hoy en día es habitual encontrarse con los juegos más clásicos del casino en el plano virtual. Una actividad que años atrás exigía un desplazamiento hasta un espacio físico. En este caso vemos cómo la interacción física se ha borrado por arte de magia, ofreciendo otra forma muy diferente de interactuar con la ruleta, el póquer y todo el subgrupo de pasatiempos asociados históricamente al casino.
Hemos citado un ejemplo comercial, uno de entretenimiento y ahora falta tratar uno cultural. En este sentido, existen dos casos que destacan por encima del resto. Por un lado, encontramos el cinematográfico. Seguramente ya habréis imaginado hacia dónde van los tiros, y es que las plataformas de distribución han optado por dejar en un segundo plano el estreno en salas y centrarse de manera directa en las plataformas de vídeo en streaming. Transatlánticos como Netflix, Disney Plus o HBO Max son buena muestra de ello. Se ha dado incluso algún caso en el que un filme se ha estrenado de forma simultánea en los cines de todo el mundo y también en las aplicaciones que hemos enumerado. Un escenario que planteado dos décadas atrás en el tiempo parecería extraído de una novela distópica.
En el caso de sector musical sucede tres cuartos del mismo. Los grupos con mayor notoriedad optan por publicar sus discos en espacios online, eliminando la necesidad de trasladarse hasta una tienda para comprar el CD. Portales como Spotify o Apple Music también estrenan las novedades el mismo día de su lanzamiento, en un movimiento similar al de los grandes blockbuster.
Para terminar, y como ejemplo final, nos adentraremos en el campo deportivo. Antiguamente, solo existían tres posibilidades para seguir las retransmisiones deportivas. En el caso del fútbol, las tres más populares eran la televisión, la radio, o la visita al propio recinto para ver los partidos en directo. En la actualidad, existen webs como DAZN o beIN SPORTS que, con un modelo de suscripción similar al de Netflix, permiten visualizar una gran cantidad de partidos en todo el mundo. En este caso no se demanda la necesidad de una antena televisiva o de un receptor, sino que solo es necesaria una conexión a internet. Cultura, deporte, entretenimiento… ¿cuál será el próximo sector en dar el paso y establecerse en la galaxia digital?