Los árbitros de la Serie B, que empieza este fin de semana, tendrán una tarjeta más que sus colegas de otros campeonatos: la tarjeta verde, destinada a recompensar las acciones de fair play.
“Se trata de una recompensa para los deportistas que se comportan de forma positiva en el juego y en el deporte en general”, explicó el presidente de la Serie B, Andrea Abodi, durante la presentación del campeonato en agosto.
Esta iniciativa ya fue probada en Italia en categoría juvenil, pero es la primera vez que se hace a nivel profesional.
La tarjeta verde podría servir, por ejemplo, para recompensar a los jugadores que interrumpan una acción peligrosa para ayudar a un adversario lesionado o reconocer una falta cometida.
Las tarjetas verdes se contabilizarán y a final de la temporada, los jugadores más “correctos” serán recompensados de una manera que todavía no se ha precisado.