Pasadas las 9 de este viernes, quedó inaugurada en el Centro de Justicia Penal, la Sala de Atención a la Víctima y la Sala de Reconocimiento.
El propósito es brindar asistencia jurídica, psicológica y social a las víctimas de delitos y a quienes, por acción u omisión abusiva del Estado, hayan visto lesionados sus derechos.
Foto: gentileza Jorge Díaz
Los delitos con los que trabaja el Centro son los detallados en el Código Penal de la Nación, con excepción de los delitos derivados de accidentes de tránsito, de violencia familiar entre particulares, en los cuales la persona damnificada sea menor de 18 años, y delitos contra la integridad sexual.
Foto: Prensa Senador Lisandro Enrico
El concepto de víctima es entendido en un sentido amplio, tomando no sólo a aquellas personas que son víctimas en los términos antes citados sino también a familiares o terceros, que se encuentran afectados y/o en situación de vulnerabilidad. Es por ello que la asistencia, asesoramiento y acompañamiento se brinda a las víctimas directas y a las indirectas.
La función del Centro es brindar asistencia orientada a atender las consecuencias directas del delito -es decir el proceso de victimización primaria- y a prevenir la victimización secundaria y terciaria.
Estos propósitos delimitan tres niveles de intervención. El primero se centra en la atención de los efectos derivados del ilícito. El segundo, en la victimización secundaria, que consiste en el desamparo que experimenta la víctima en su encuentro con los controles formales (policía, administración de justicia, etc.) y en algunos casos con otras instituciones públicas, como los hospitales. El tercer nivel de intervención se focaliza en la victimización terciaria, que refiere a la falta de contención e incomprensión que experimenta la víctima en sus relaciones informales (barrio, trabajo, amigos, núcleo familiar, etc.).