La noticia es importante para el sector agroindustrial porque implica que el Estado dejará de intervenir en el proceso para regresar al esquema vigente entre la década del ’90 y 2021, año este último en el cual la Administración General de Puertos comenzó a cobrar el peaje por medio del cual se abonan los servicios de dragado y balizamiento.
Esa intermediación generó una deuda que, al ser reconocida por la actual administración de Javier Milei, promovió este año el aumento del peaje abonado con una reducción del servicio prestado.
La licitación nacional e internacional para la concesión se llevará a cabo sin aval estatal, lo que implica que –tal como sucedía antes de la intervención del Estado– los usuarios de la Hidrovía (empresas exportadoras e importadoras) abonarán directamente el peaje al concesionario sin ninguna intermediación.
El pliego de especificaciones técnicas de la licitación no contempla un “paquete cerrado”, sino que habilita una etapa exploratoria inicial para evaluar el estado de situación, luego de lo cual el concesionario deberá proponer un plan de obras orientado a habilitar el ingreso de buques de mayor porte para reducir los costos
realizarán estudios técnicos para definir las obras a largo plazo con el propósito de pasar de los actuales 34 pies de calado a un máximo de 44 en algunos tramos. También se deberán proponer ensanches de canales y mejoras en los sistemas de señalización.
Los planes de obras, acompañados con los respectivos costos, serán los que determinen los peajes por cobrar en el nuevo esquema, los cuales deberán sopesarse con las mejoras de competitividad logradas al finalizar las obr
“Estamos muy contentos con la noticia porque es un momento histórico”, señaló este martes Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-CEC, en referencia al anuncio realizado por el gobierno nacional.
“El mundo cambió en los últimos años y los barcos tiene un mayor calado”, explicó Idígoras, para luego señalar que esperan poder lograr un calado de 44 pies para permitir el ingreso de grandes buques a las terminales de la zona de influencia de Rosario.
Fuente: Bichos de Campo