Tras 49 años y 101 días, un vecino de la localidad santafesina de San Gregorio, ubicada en el departamento General López, recibió una carta que su padre había enviado a Italia a mediados de la década del 60. Se trata de Pedro Gerardo Cocco Rapalini, hijo de Mauro Cocco, fallecido el 30 de julio de 1986 a los 82 años.
Todo comenzó el mediodía del martes 8 de septiembre, cuando Cocco fue alertado desde el correo local por la jefa, Myrian Diarte, quien avisaba de la llegada de un sobre internacional vía aérea para su padre, ya que el destinatario, “Piero Giordano, Corso Cairoli – Verbania intra Italia”, nunca fue encontrado.
“Cuando llegué a la oficina postal se me aceleró el corazón. Abrí el sobre con un cortapluma que había sido de mi padre y que guardo como un bien preciado. Desplegué la carta y rompí en llanto. Era un escrito que mi padre envió a sus sobrinos Piero y Caterina, el 25 de mayo de 1966. En la carta, les cuenta su vida en Argentina, de sus hijos y otros relatos comunes a este tipo de historias familiares. La carta también portaba una fotografía, pero lamentablemente fue sacada del sobre, vaya a saber por qué manos en su trajinar desde Italia hasta Argentina, desde el 25 de mayo de 1966 hasta el 8 de septiembre de 2015”, relata Cocco.
El sobre tiene un timbrado de cuatro estampillas: Tres de San Martin, de 8 pesos cada una, y otra de José Hernández, de 4 pesos. Al ser envío por vía aérea, el costo era mayor, como así también era más rápido el tiempo de llegada. Además, hay un sello del Correo de Verbania que señala “30 de Mayo de 1966, 8 horas”.
“No estaba para el análisis minucioso de los porqués, dónde y cuándo. Partí al cementerio, a la bóveda en que descansan los restos de mi padre. Pensé que la Virgen María, en el día de su nacimiento, se sumó a este ‘aviso’. Yo quería saber qué me quería decir mi papá, vigente cada día en mi vida. Lloré largamente, no sé si de pena por su partida o de alegría por el ‘mensaje’ de esta carta que tardó 49 años y 101 días en volver a nuestras manos”, agregó Cocco.
La ayuda local
En sus funciones de jefa del Correo, la señora Diarte se comunicó con los encargados de las distintas áreas de Recibo y de Expedición en las oficinas postales de la ciudad de Rosario. Ellos se pusieron a disposición para poder acopiar toda la información y conocer los entramados de la llegada de la carta de don Cocco padre.
Además, Diarte se comunicó con residentes en Italia, quienes se pondrán en contacto con las oficinas de Verbania para saber los pormenores de la pregunta del millón: ¿Dónde quedó esta carta durante casi 50 años? ¿Quién de puño y letra escribió “sconociuto al mittente” que dio origen a este “milagro” postal?
Cocco recuerda que su padre había viajado a Italia en 1960, donde estuvo seis meses y aprovechó para visitar a sus parientes, entre ellos Piero y Caterina, de Verbania. En esa oportunidad fue solo, pero en 1980 viajó junto con su madre, Agueda María Rapalini, y estuvieron de vacaciones durante otros seis meses. Este último viaje, el matrimonio lo pasó en cercanías de Bottida, Nuoro, Sardegna, el lugar donde nació Pedro Gerardo Cocco.
“Este sobre me hizo desempolvar todos los rincones de mi casa, donde atesoro cartas, documentos, fotos y otras cosas que uno quiere porque pertenecieron a mis generadores de la vida”, afirmó. Y agregó: “Aún me parece verlo sentado a mi viejo en la galería de su casa, contemplando sus vacas y charlando con su tambero. Me dije que un día tomaría una silla y volvería a la vieja casa y me sentaría debajo de su galería para ocupar, aunque sea por minutos, su trono, tratando de ver y no mirar lo que a él le gustaba”, resumió Pedro Cocco.