El recuento definitivo le adjudicó al candidato socialista 584.557 votos y al de Pro 582.781 sufragios.
SANTA FE.- El socialista Miguel Lifschitz será el nuevo gobernador de la provincia a partir del 10 de diciembre y el esperancino Carlos Fascendini el vicegobernador.
El recuento definitivo le adjudicó a Miguel Lifschitz 584.557 votos sobre el candidato del PRO, Miguel del Sel , que obtuvo 582.781 sufragios. El tercer lugar correspondió al kirchnerista Omar Perotti, quien el fin de semana reconoció la derrota.
Sin embargo, el apoderado de Pro en la provincia dijo a TN que «todavía faltan los resultados definitivos»
Luego que se conformen las actas respectivas, esta misma tarde el Tribunal Electoral se reunirá para luego comunicar el resultado a los apoderados y fiscales.
Con las urnas de los 19 departamentos escrutadas (7800 mesas), el Tribunal deberá aguardar 24 horas antes de proclamar los ganadores. En ese plazo, los apoderados de los partidos o alianzas participantes de la elección, podrán efectuar los planteos que consideren convenientes.
Lifschitz será el tercer socialista consecutivo que ejercerá el gobierno de Santa Fe, después que Hermes Binner terminó con 24 años de administración justicialista, en 2007, y continuó Antonio Bonfatti, en 2011. Estos mantendrán el reciclaje político acostumbrado: Binner será candidato a senador nacional y Bonfatti presidirá la Cámara de Diputados de la provincia.
Para los cuatro años de gestión, Lifschitz -actual senador por el departamento Rosario- tendrá el respaldo de la Legislatura. En Diputados, el Frente Progresista Cívico y Social consiguió 28 de las 50 bancas, y en el Senado 8 de los 19 asientos. Los 11 restantes corresponderán al justicialismo, ya que el PRO no obtuvo ningún lugar en la Cámara Alta.
Mientras simpatizantes del Frente Progresista comenzaban los festejos, el macrismo sostuvo que no reconocerá el resultado hasta que se resuelvan todas sus impugnaciones e insiste en que se abran todas las urnas. Fuentes partidarias admitieron que habría un planteo ante la Justicia.
La postura de Pro no es nueva. Durante el escrutinio definitivo plantearon dos veces la apertura de todas las urnas y ahora está a resolución del Tribunal Electoral un pedido para que se otorguen copias de las imágenes del lugar donde se guardaron las urnas. Su candidato, Miguel del Sel, había ganado ampliamente las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), realizadas en abril. Días después de la elección general afirmó que si perdía la elección «me vuelvo a mi casa». Debe recordarse que a comienzo de año renunció a su banca en la Cámara de Diputados de la Nación para dedicarse a la campaña provincial.
La dirigencia política coincide en señalar que quien más perdió en esta elección fue el Pro. Primero, porque no pudo repetir el resultado de las PASO ni creció como especulaban los responsables de la campaña del ex Midachi; segundo, que Lifschitz ganó porque el radicalismo se quedó a votar a los candidatos del Frente (se ataron muchos compromisos); tercero, porque el kirchnerista Omar Perotti, recuperó las banderas del peronismo; y cuarto, porque votó más gente que en las primarias, que parecen haberle ratificado la confianza al partido gobernante. En el Pro creen que también hubo incidencia de una firme campaña difamante contra Del Sel por las redes sociales, a partir de desprolijadades durante la campaña.
En el kirchnerismo el resultado no sorprendió. Todo lo contrario: hay un reconocimiento a Perotti por su gran elección. El rafaelino será candidato a senador nacional, con muchas chances de ocupar una de las tres bancas que se renuevan por esta provincia.
EL PRO DENUNCIA MÁS IRREGULARIDADES
En medio de la definición del escrutinio definitivo, desde el macrismo santafecino denunciaron nuevas irregularidades. «Estamos 140 votos abajo y tenemos 5 mesas de Tartagal [departamento de Vera] impugnadas porque había fiscales del socialismo que eran candidatos. Hay denuncia policial y terminaron presos. Si se define por esas urnas será un escándalo nacional», advirtieron a LA NACION fuentes de Pro.
Fuente: Por José E. Bordón | Para LA NACION