Jorge Rey presenta a Gala, la perra que lo ayudó a sobrellevar uno de los peores momentos de su vida.
El diseñador de alta costura presenta a su perra de ocho años. “En realidad es una mezcla… aunque ella se cree border collie”, cuenta entre risas el santafesino, que en los últimos años arrasa en el mundo de la moda con sus originales diseños. “Gala debía llamarse así: este nombre le da glamour. Me la imaginaba topísima, con anteojos y plumas, así como soy”, señala con los lentes puestos, por supuesto.
omo no podía ser de otra manera, Gala llega luciendo un vaporoso tutú color lila. Y no cualquiera, sino uno hecho especialmente por su amo, Jorge Rey (21), para que estrenara en ésta, su primera producción juntos. “Siempre me encargué de malcriarla”, admite el diseñador de alta costura, elegido por Pampita para su vestuario en la primera entrega de los Martín Fierro de la Moda. “Es que Gala llegó cuando me estaba recuperando de un accidente. Mis viejos me la regalaron para que me acompañara. Cuando la vi fue amor a primera vista”, agrega emocionado.
–¿Resultó tan compañera como imaginaban tus padres?
–Totalmente. Mi vida cambió para bien. Imaginate que quedé shockeado. Y ella me dio mucho amor. El accidente lo tuve la noche del 31 de diciembre de 2011 en la ciudad de Rufino (Santa Fe), donde me crié. Fui a comprar fuegos artificiales, prendí uno para probarlo, salí corriendo y me atropelló un auto.
–¿Cuán grave fue?
–En ese momento yo pesaba 130 kilos y volé 7 metros. Me di contra una palmera. Me quebré la cabeza del fémur. Estuve veinte días internado en Buenos Aires, y al mes llegó Gala a mi vida. Me acompañó un montón, porque yo estaba todo enyesado. Así que la malcrié… Dormía conmigo. Venía y se me tiraba panza arriba para que la acariciara, cuando casi no me podía mover. Fue uno de los momentos más difíciles de mi vida.
–¿Tiene otros caprichos?
–No le gusta el alimento balanceado. Le hacemos pollo, arroz, comida casera. Le encanta el pan con leche. Se alimenta bien. La cuidamos mucho, al igual que yo para no volver a la obesidad. Como sano, voy al gimnasio… ¡Me súper cuido! Lo hago porque, la verdad, la pasé mal. Es difícil olvidarte de tu imagen anterior. Y qué loco, porque yo me dedico a trabajar con la imagen. Pero bueno, gracias a Dios hoy estoy muy bien conmigo mismo. Es una construcción en el tiempo que nunca tiene fin. Yo, que soy una persona muy libre, a la que no le gusta juzgar ni que la juzguen, paradójicamente he sido muy juzgado.
–¿Cuál fue el motor que te llevó a lograr estar mejor?
–Me enamoré y me cambió la cabeza. Hizo “tuc” (chasque) y dije: “Soy gay”. No es que me costaba admitirlo, sino que no lo sabía. Me decían “gordo puto”, pero ni lo pensaba. El destape sexual fue a los 15 años. Me enamoré, di mi primer beso y pensé: “Listo, perfecto. Esto es lo que me gusta”.
–¿Cómo fue ese primer beso?
–Ayyy… ¡Qué lindo! Lo di el 14 de febrero de 2014, en la pileta vacía de su quinta. Muy romántico. Y me re enamoré. Después, como siempre, terminé llorando. El amor no es lo mío. Me he decepcionado varias veces por amor. Mi vida es medio novelesca. Soy medio melodramático (risas). Siento todo con mucha pasión.
–¿Y ahora estás enamorado?
–Hay alguien, pero no lo puedo decir. Me va a matar… Si él se porta bien, quizá más adelante… (risas).
Al igual que su dueño, Gala nació en Rufino y viaja constantemente de la ciudad santafesina a Buenos Aires para visitarlo. Como Jorge, ama ir los fines de semana con toda la familia Rey a su casa en el campo. “A ella le encanta andar en la camioneta y sacar la cabeza por la ventana”, señala el diseñador. Es por eso que cuando, en medio de la producción de fotos, una camioneta se detuvo a pocos metros, la perra no dejaba de mirarla, como esperando ser invitada a un paseo.
En la antesala de la despedida preguntamos:
–¿Por qué se llama Gala?
–Porque da a glamour y me la imaginaba con anteojos y plumas, así como soy yo… topísima. De hecho, aunque es medio mezcla, ella se cree border collie (risas). Igual, se trata de una perrita divina, muy tranquila y obediente. A veces mi papá me dice que hace mucho más caso que yo.
–¿En qué se parecen?
–En que somos muy copados y tenemos buena onda, si bien llega un momento en que queremos nuestro espacio. Nos encanta jugar juntos, correr en el patio. Yo le canto la canción de Misión imposible y ella gira en el piso. Es un personaje. Me da mucha risa. Para mí es como una hijita.
Fotos: Christian Beliera. Producción: Gigi Viapiani. Maquilló y peinó: Agus Santamarina para Estudio Dúo. Agradecemos a Calvaresi, Las Juanas Night, Benito Fernández y Ricky Sarkany.