JBS, el mayor procesador de carne bovina del mundo que controla el Swift, anunció inversiones para multiplicar la capacidad de producción del frigorífico del sur de Rosario y la reapertura de cuatro plantas procesadoras en la Argentina, entre ellas una de Venado Tuerto que había cerrado a principios de 2012.
La industria frigorífica recibió importantes radicaciones extranjeras a mediados de la década pasada, provenientes especialmente desde Brasil, pero estos emprendimientos tropezaron con el cierre de mercado exportador y se dieron de narices contra una dura realidad.
Como la planta del Swift procesa carnes con valor agregado padeció menos que sus competidores la clausura de los mercados externos, pero las otras cuatro plantas que manufacturan cortes fríos, debieron bajar persianas. JBS precipitó las decisiones a principios de 2012, y la determinación paralizó las instalaciones de Venado Tuerto, Pontevedra y Berazategui (ambas en Provincia de Buenos Aires) y la cordobesa Colonia Caroya. En Venado Tuerto fueron despedidos unos 540 empleados, pero JBS no enajenó las plantas fabriles paralizadas.
El presidente de JBS Mercosul, Miguel Gularte, asegura ahora que el proceso de reapertura será gradual. “Mantuvimos nuestras cuatro plantas perfectamente conservadas para cuando las restricciones a las exportaciones cayeran. Pero nadie esperaba que fuera tan rápido”, dijo Gularte.
En Rosario, la planta de Swift brinda empleo a unos 1.500 empleador, y su capacidad instalada será ampliada para el segundo semestre. Tras la abolición del cepo exportador, JBS aspira a incrementar un 50% su facturación en el 2016.
Cuando el presidente de la Nación Mauricio Macri visitó Venado Tuerto, el intendente de la localidad, José Freyre, le entregó un escrito con 20 reclamos venadenses. El último punto, la reapertura del frigorífico, ya está al alcance la la mano.
Fuente: Punto Biz