Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en lugar de tener un volumen de 17,7 millones de toneladas, como se estimaba hace un mes, la producción sería de 16,5 millones de toneladas. Eso implica que se ubicaría 6,5 millones de toneladas por debajo de lo obtenido en el ciclo 2021/22.A su vez, informaron que la intención maicera cae 200.000 ha que pasan a soja.
“Las sucesivas heladas de setiembre intercaladas por temperaturas que han llegado a superar los 30°C en un ambiente de bajísima humedad relativa han agravado la condición del trigo y bajan las expectativas productivas nacionales”, indicó la BCR.
A pesar de que en los últimos días llovió en gran parte de la zona agrícola núcleo no fueron suficientes para revertir el deterioro de los cultivos de invierno en dicha región. En consecuencia, estiman que el 40% del trigo sembrado, 2,5 millones de hectáreas, está en “condiciones regulares a malas”. Los más afectados son los lotes ubicados en provincia de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires.
Antes de que comience la campaña, el BCR bajo en un millón de hectáreas la siembra del cultivo invernal a 5,9 millones hectáreas para este año, ahora con esta nueva proyección de 16,5 Mt, Argentina produciría un 28% menos de trigo que el ciclo pasado.
La entidad explica que a diferencia de lo que ocurrió en septiembre del año pasado, que las abundantes precipitaciones que había habido durante la primera semana encaminaron la campaña hacia lo que terminó siendo una cosecha récord de 23 Mt”, este llegaron pasada la mitad del mes y con escasos registros.
En rigor, detallan que las precipitaciones del domingo y lunes dejaron entre 15 y 30 mm en el SE de Córdoba, en una pequeña franja del centro sur de Santa Fe, y en SO bonaerense. Solamente, en el centro de la provincia de La Pampa los acumulados estuvieron entre los 30 a 60 mm.
Por ejemplo, en Córdoba los mayores valores se dieron en los departamentos de Marcos Juárez y Unión, sin embargo aun así, alertan que se estiman “en la provincia 400 mil ha en condiciones regulares y casi 200 mil malas”.
Mientras que en el sur de Santa Fe informan que esta semana se está evaluando el estado de lotes. “En los sectores que llovieron entre 10 y 12 mm, se notan algo recuperados, pero donde cayeron 6 a 8 mm, no se percibe mejoría”, resumen los ingenieros del área.
El cultivo ya ingreso en su etapa crítica, del macollaje, encañazón y espigazón, y con este panorama, informan que “muchos lotes se darán por perdido para pasar a soja”. Otros, seguirán su ciclo, pero la muerte de macollos y la cantidad de espigas por metro cuadrado están muy lejos de las que se planeaba al principio y el potencial está limitado entre 10 a 30qq/ha. La capacidad de recuperación de rinde está muy limitada.
En tanto, en el norte de Buenos Aires, fueron menos de 5 mm, la falta de agua es casi total desde el 25 de mayo y la situación de los trigos es crítica. En el caso de Chaco, en donde llovió de 1 a 5 mm esta semana, informaron que “el agua es insuficiente para el cultivo que está avanzado, sin desarrollo, golpeado por las heladas tardías y tapado por las malezas, por lo que se proyectan 6 quintales por hectárea en numerosos lotes, con cuadros a punto de perderse”.
Asimismo, la entidad también recortó la proyección de siembra de maíz en 200.000 hectáreas respecto de su informe anterior hasta las 8 millones de hectáreas, escenario que de concretarse representaría una caída del 7% o 600.000 hectáreas comparado con la campaña anterior, y la proyección de cosecha pasa a ser de 56 millones de toneladas.
“La sostenida falta de agua durante los últimos 36 meses sobre la región pampeana que se ha intensificado en las últimas tres estaciones y los pronósticos de una tercera Niña consecutiva”, son las principales razones que explican la merma.
Estas 200.000 hectáreas que deja en el camino el maíz pasarían a formar parte de la soja, que alcanzaría las 17 millones de hectáreas con una producción de 48 millones de hectáreas.
Fuente: Diario La Nación