La cadena del cultivo, Acsoja, planteará al Gobierno realizar una baja del 5% en enero del próximo año y luego seguir con el programa de recorte del 0,5% mensual previsto.
La cadena de la soja (Acsoja) le planteará al Gobierno realizar «una reducción mayor» en las retenciones a la soja.
En la actualidad, el cultivo tiene una tasa del 30%. De acuerdo al programa de rebaja del Gobierno, a partir de enero del próximo año debería comenzar un recorte del 0,5% mensual. Sin embargo, en Acsoja ya están preparando una propuesta para presentar al Gobierno con un esquema más agresivo de disminución.
«En las próximas semanas vamos a intentar ver si se puede hacer una reducción mayor al principio (enero de 2018) y luego seguir con el programa», dijo Rodolfo Rossi, presidente de Acsoja, en diálogo con Melo junto al Campo, por Radio Colonia. «En los próximos días vamos a hacer efectiva esa solicitud», agregó.
A Acsoja le preocupa que, si el maíz sube entre 5 y 7% su superficie en la zona núcleo, eso sea por reemplazo de soja y que no haya crecimiento en zonas alejadas de los puertos, donde los números para producir, sobre todo en campos alquilados, son más estrechos.
«El resto de los países de Sudamérica, sin retenciones, van a aumentar el área. En la Argentina, con el 30% de impuestos es muy difícil llegar a un número. Tenemos la preocupación por las zonas más alejadas de los puertos», señaló Rossi.
En diálogo con LA NACION, el presidente de Acsoja señaló que, tras el viaje que el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, hará por los Estados Unidos, la cadena llevará al funcionario su propuesta. Ratificó que en la entidad están pensando en plantear que haya una rebaja del 5% en el primer mes de 2018 y seguir con la reducción mensual del 0,5 por ciento.
«El plan sería arrancar con un piso de 25% de retenciones (hoy en 30%). Todo bien con que suba 5 a 6% el área de maíz; en zona núcleo eso va a reemplazar a soja, pero queremos una flexibilidad de retenciones mayor y que se pueda sembrar en zonas alejadas de los puertos», señaló.
Para Rossi, tras la última mejora del tipo de cambio y con un precio de $ 4350 la tonelada, «la soja está mejor, pero el problema está en los campos alquilados, donde los números dan muy finitos». La cadena teme que con menos superficie y menor producción se complique la situación de las fábricas, que ya están con capacidad ociosa.
«Como está la situación, no va a crecer el área. Será igual o un poco menos que la campaña pasada (19,2 millones de hectáreas, con 800.000 hectáreas menos versus el ciclo anterior)», indicó.