Prometía un partidazo y así fue. Disfrutamos del máximo nivel de tenis. Dos leyendas. Por un lado, Novak Djokovic, máximo candidato, y por el otro, Rafael Nadal, el rey del polvo de ladrillo. Se habían enfrentado en 56 oportunidades: 29 para el serbio, 27 para el español. Rafa tenía la ventaja en Clay: 18-7.
El primer set comenzó con dos quiebres por lado, luego, se equilibró y la paridad duró hasta el game número once: Allí, el manacorí rompió el servicio de Novak y, con posterior confirmación, se adueñó de la primera manga 7-5. 84 %de primeros saques, 3 aces y mayor efectividad en los quiebres fueron las claves para el actual tres del Ranking.
El segundo fue completamente distinto: Nole salió con otra intensidad y logró una rápida ventaja en el marcador. Tuvo tres ocasiones de break y aprovechó dos, Rafa, en cambio, tan solo tuvo una y la desperdició. Así y con tres aces y un alto porcentaje de primeros, el serbio se llevaba el segundo 6-1 y había tercero en el Foro itálico.
Las tensiones comenzaban a jugar su partido. Novak había jugado mas de 5 horas el sábado mientras que Nadal poco mas de una. El trámite fue parejo: Djokovic tuvo dos chances para quebrar el saque de su rival en el quinto game pero las desperdició. Al siguiente juego, fue el español quien se puso 0-40 y no lo desperdició: Se adelantó 5-2 y pese a que el serbio descontó, Nadal lo cerró 6-3 para sumar su trofeo N° 88.
Es el primer jugador en la historia en alcanzar mas de 10 títulos en cuatro torneos diferentes (Barcelona, Roland Garros, Montecarlo y ROMA). También, llega a 36 títulos Masters 1000 e Iguala a Novak Djokovic.
En conferencia de prensa post consagración, dijo:
“Tuve suerte en algunos momentos. Especialmente contra Shapo. Creo que jugué un buen torneo. Estaba jugando cada vez mejor, encontrando mi ritmo en arcilla, creo que tuve una muy buena victoria positiva“.
FUENTE: settenis.com.ar