Por Anibal Mario Martini.
Ernesto Enrique Mastrángelo «El Heber» para sus amigos y compañeros del las inferiores Newberystas retienen en las retina los valores de aquel pibe que llegado de Junín maravillaba a todos.
Había superado el pesado pasado de la Poliomielítis y tenía futuro cuando Atlanta lo llevó a Buenos Aires para tentar fortuna. Brilló en Atlanta, fue a River y se convirtió en goleador, pasó a Boca, se puso la camiseta de la selección, con seguridad ganó más campeonatos en argentina que ningún otro rufinense.
Se retiró con la lesión de tantos golpes y la vida que había puesto a su alcance la gloria, la popularidad y el buen pasar le jugó una mala pasada cuando en el juego de inversión de sus ganancias le fue mal.
Trabajó en las inferiores de Boca y desde hace algunos años muy pocos lo recordaban. Rufino no fue la excepción, porque como él muchos otros brillaron con gloria y pasan inadvertidos.
Hoy sábado murió a los 75 años «El Heber» aquel pibe de quinta que jugaba con nosotros en la cuarta de Newbery. El mismo de la tapa del Gráfico.
Seguramente se ha ido triste, en silencio, recordando historias y volviendo a su niñéz. No importa la camiseta, no importan los colores, solo digo que como muchos otros se ha ido un IDOLO DE RUFINO.
Buen viaje Heber y que en tu nuevo destino ya las rodillas no te impidan compartir con la Selección de los Grandes que allí, seguramente te esperan. Humilde Homenaje a vos que en serio fuiste grande Amigo, ANIBAL.
Por Anibal Mario Martini.