Según los reportes policiales, el hallazgo ocurrió alrededor de las 18:15 horas cuando los habitantes observaron algo caer desde el cielo. El dueño del campo, identificado como Ramón Ricardo González, permitió el ingreso de las autoridades al terreno, donde constataron que el objeto era un cilindro metálico —de apariencia rojiza, oscuro— incrustado en el suelo.
Bomberos Metropolitanos se hicieron presentes para verificar si había riesgo de explosividad o toxicidad, y se acordonó la zona como medida de prevención.
Hasta el momento, no se confirmó su origen: algunas versiones indican que podría tratarse de un fragmento satelital, la parte de un cohete o de algún satélite en desuso.
La comunidad espera que un equipo técnico especializado llegue al lugar para realizar los análisis correspondientes y determinar con certeza qué es este insólito objeto espacial.