Un sistema operativo para gobernarlos a todos. Ésta es la nueva estrategia de plataformas de Microsoft tal y como ha sido desvelada por su consejero delegado durante la conferencia que la compañía ha celebrado para informar sobre los resultados del último trimestre fiscal. Confirmando los rumores de las últimas semanas, Satya Nadella ha hecho público que su política de racionalización pasa por reducir el número de sistemas operativos de Microsoft de tres a uno, reduciendo gastos y simplificando el trabajo a los desarrolladores.
Actualmente Microsoft mantiene tres grandes plataformas: Windows 8, pensada para ordenadores portátiles, equipos de sobremesa y tablets basados en chips x86; Windows RT, básicamente utilizada por un pequeño número de tablets con procesadores ARM, y Windows Phone, con la que intenta hacerse hueco dentro del segmento de los smartphones. El propósito de Nadella es que todas ellas converjan con el lanzamiento de Windows 9 en un nuevo sistema operativo capaz de adaptarse a distintos tamaños y tipos de pantalla.
El anuncio no resulta especialmente sorprendente después de la migración del núcleo de Windows Phone con el lanzamiento de la versión 8 y el lanzamiento de la iniciativa para crear aplicaciones universales, pero pone de manifiesto que los trabajos para unificar las versiones de Windows ya están funcionando a toda máquina. Teóricamente, Windows 9 debería anunciarse en abril de 2015.
Aunque Nadella no ha facilitado más detalles, se sobreentiende que la convergencia de plataformas de Microsoft no redundará en un Windows 9 único para distintos factores de forma, sino en múltiples versiones especialmente adaptadas del mismo sistema operativo. Así pues, las aplicaciones universales permitirán unificar las tiendas de software bajo un mismo techo, pero no cabe esperar un escritorio clásico accesible desde Windows Phone.
Los mayores beneficiados por este cambio serán los desarrolladores, que solo necesitarán programar una aplicación que después se podrá adaptar de forma sencilla a todo tipo de dispositivos, enriqueciendo así el ecosistema de software común de Windows. No es un cambio baladí si se considera la reducida oferta de las tiendas de aplicaciones de Windows y Windows Phone.