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Más dudas que certezas en torno a la demorada autopista Rosario-Rufino

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La construcción no comenzó y existe incertidumbre entre usuarios y habitantes de las localidades que recorre la ruta 33.

La tan ansiada obra de la autopista Rufino-Rosario tiene más complicaciones de las previstas para esta altura del año, y ya que ni por asomo se están cumpliendo los plazos estipulados para su comienzo. La picardía popular hizo que un cartel oficial que anuncia la obra apareciera con una leyenda escrita a mano que dice «menos carteles y más autopista», lo que indica el malestar en la población general por la demora.

Para el presidente de la Comisión Autopista, Ovidio Butani, está todo listo para empezar, aunque hay un detalle: «Sólo falta la plata». Y ese es el problema, el dinero que no aparece, mientras que nada indica vaya a aparecer en el corto plazo para dar inicio a la ansiada obra.

El obrador del corredor Panamericano II, ubicado sobre la ruta 8, se instaló para ser la base de la construcción de los primeros 18 kilómetros de autopista Rufino/Rosario pero en ese lugar no hay movimientos que puedan presagiar el inminente comienzo de la obra. «No hay ni una bolsa de cemento, sólo se ven cuatro operarios realizando tareas menores. Esto es un desierto», dijo una fuente que visitó el lugar anteayer.

El 11 de abril se realizó en la Sociedad Rural de Venado Tuerto una convocatoria abierta para socialización de medidas de manejo ambiental y social para la primera etapa de la autopista Rufino-Rosario. Allí el gerente ejecutivo de Asuntos Jurídicos de Vialidad Nacional, Ricardo Stoddar, dijo que se esperaba que en mayo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobará un financiamiento que permitiría comenzar la obra en el mes de junio.

Lo cierto es que la construcción de la autopista todavía no comenzó y según Butani, «lo que más posibilidades hay de que inicien las obras si llega el dinero del gobierno nacional es la trama desde San Eduardo hasta tres o cuatro kilómetros antes del cruce de la ruta 8 y 33». Ese trayecto ya tiene adjudicada la empresa constructora, que debía conseguir los recursos a partir del financiamiento externo, pero «se complicó un poco».

Butani fue citado por los legisladores locales y admitió que existe incertidumbre sobre la obra. «Se está esperando una partida de dinero del gobierno para iniciar las obras, es decir la traza desde el kilómetro 609 (acceso a San Eduardo) al 627 (en cercanías del cruce con la ruta 8). Nosotros seguimos gestionando como siempre porque la necesidad es muy grande».

Carteles

A finés de mayo del 2018 aparecieron los primeros carteles en Rufino que anunciaban el inicio de las obras en la Autopista Ruta 33, en el 1º tramo comprendido entre Tarragona (paraje cercano a Rufino) y el Acceso a San Eduardo.

Lo cierto es que quizás no se llegué para comenzar con los trabajos antes del 11 de agosto (fecha de las Paso nacionales), pero si antes de las elecciones generales del 27 de octubre por obvias razones que están vinculadas a cuestiones electoralistas. «Menos carteles y más autopista», fue escrito a mano por un vecino indignado en uno de los carteles.

Butani señala la causa de los cuadernos como uno de los factores que intervino en detener el avance de las obras, más allá del marco de fuerte recesión que vive la Argentina, la devaluación y la tasa de interés altísima del Banco Central. «Extraoficialmente tenemos la información de que el gobierno nacional tendría una partida de dinero para iniciar estos 18 kilómetros».

En una reciente entrevista con LaCapital, el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, reconoció que la crisis financiera «ha generado algunas dificultades». No obstante, se mostró «optimista en que vamos a avanzar en los próximos meses; las obras que comenzaron van a tener más ritmo y las que no comenzaron van a empezar». Y confesó: «Si tuviésemos el riesgo país en 400 todo andaría sobre rieles».

Pero tan cierto como ello es que, en una nota publicada por este diario el 24 de julio de 2016 (hace ya casi tres años), el mismo funcionario nacional había anunciado: «En cuatro años, las grandes obras de infraestructura en los accesos a Rosario y los puertos de la región estarán terminadas». Entre ellas, las autopista que une Rosario con Rufino, que aún no comenzó a construirse. Las cosas se demoran y la gente espera.

Fuente: Carlos Walter Barbarich – lacapital.com.ar

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