Este servicio abarca todos los niveles y modalidades de educación.
Alrededor de 2400 estudiantes que se encontraban imposibilitados de acceder a la escolaridad con regularidad debido a razones de salud, pudieron continuar con sus estudios gracias al servicio de Educación Domiciliaria y Hospitalaria.
Según los datos registrados hasta noviembre de 2015, 701 alumnos continuaron sus estudios en la modalidad domiciliaria, acompañados por un total de 1146 docentes. En tanto, 1779 estudiantes lo hicieron a través de la modalidad hospitalaria, acompañados por 43 docentes.
Al respecto, el secretario de Educación de la provincia, Oscar Di Paolo, sostuvo que «desde el ministerio se destaca el servicio de educación Hospitalaria y Domiciliaria y sus aspectos que hacen a la inclusión e integración de niños y niñas y jóvenes, garantizando la continuidad de los aprendizajes y por lo tanto el derecho a la educación».
En el mismo sentido, el funcionario provincial señaló: «Queda demostrada la actitud solidaria de aquellos docentes que acompañan a los estudiantes en situaciones que atentan contra su bienestar. Además, durante este año vamos a afianzar el vínculo entre los estudiantes y los docentes con el objetivo de enriquecer la jornada de trabajo en las viviendas o en los hospitales».
MODALIDAD
La Educación Domiciliaria y Hospitalaria es el servicio del Sistema Educativo en los niveles de la Educación Inicial, Primario y Secundario, destinado a garantizar el derecho a la educación de los alumnos que, por razones de salud, se ven imposibilitados de asistir con regularidad a una institución educativa en los niveles de la educación obligatoria por períodos de 30 días corridos o más.
Este servicio, que se encuentra vigente desde el 2010 en el sistema público de educación, se desarrolla en el ámbito domiciliario del alumno, o bien en el ámbito del nosocomio que se encuentre internado bajo las condiciones que para cada tipo de atención se prevé.
Los objetivos del servicio de educación domiciliaria y hospitalaria son: garantizar la igualdad de oportunidades y derechos a los/as alumnos/as; mantener la continuidad de los aprendizajes escolares; reducir el ausentismo, la repitencia y la deserción escolar provocada por la enfermedad.
La modalidad se rige por el calendario escolar, iniciando y culminando con el ciclo lectivo de cada año.