Basterra estimó, asimismo, que en los próximos dos meses los productores irán “progresivamente desprendiéndose” de su producción.
El titular de la cartera nacional destacó además que el sistema de compensación de retenciones para pequeños productores de soja, apunta a “darle competitividad” a los que “no tienen las escalas que tienen las grandes empresas”.
Con relación a los reintegros de las retenciones, que beneficiarán los pequeños productores de soja, el Ministro explicó que: “Con esta compensación lo que se hace es devolver el equivalente a determinados puntos de retención”.
“Cuando se cerró la campaña al 31 de julio, que fue el momento donde se conocieron los rendimientos y los montos, se definió que un productor de 1 a 100 hectáreas (has) va a tener por cada tonelada entregada una retribución de $ 1.543. Si uno lo considera sobre el valor de lo que se pagaba en julio esto equivaldría a un 7% de disminución de los derechos de exportación”, explicó en declaraciones a la Agencia Télam.
En otras palabras es como si el sistema le hubiese cobrado a las exportaciones a un 26%. Si es el caso de 100 a 200 has la retribución es de $ 1.100; de 200 a 300 has es de $ 661; y en el caso de 300 a 400 has es de $ 441. Esto lleva a que en el límite de habilitación de un productor de 400 has que tuvo un rendimiento de 2,9 toneladas por hectárea son alrededor de $500.000 que puede recibir. Esto es para los productores que están en la región núcleo.
Para los que están fuera de 0 a 100 has la retribución es de $2.205; de 100 a 200 has es de $1.543; de 200 a 300 has de $882; y de 300 a 400 has es de $661. Esto es así porque tienen menores rendimientos y, además, están más lejos del puerto.
Los que aprovecharon la baja de los DEX fueron los industriales y lograron exportaciones por más de US$ 1.700 millones. Nuestro objetivo original era lograr que se alcancen los US$ 3.000 millones en tres meses, es decir, que todavía el horizonte está a la vista. No obstante, quienes llevaron a cabo estas ventas fueron los industriales y no los productores.
Éstos siguen reteniendo el grano y, en alguna medida, es comprensible porque se conjugaron dos factores: la soja empezó un movimiento alcista de US$ 315 a US$ 400, con lo cual la tendencia a la venta es muy baja cuando el valor de un producto esta en alza.
El segundo elemento fue esta corrida del dólar ilegal que generó una expectativa de devaluación, algo que desde el primer momento hemos dicho que no iba a suceder, sino que se iba a continuar con el modelo de devaluación progresiva vinculada con el proceso inflacionario.
De esta forma el productor durante octubre estuvo en una actitud comprensible de quedarse fijo en un producto que se cotiza en dólares que estaba en aumento y que, además, estábamos en un escenario de variables de incertidumbre.
Lo que ocurrió en estos días fue pasar de estar por encima del 100% el dólar ilegal respecto de la cotización del Mercado Único de Cambios al 60%, y esto marca que hay una férrea decisión de sostener la política monetaria y cambiaria y empieza a despejarnos una variable que genera incertidumbre. En consecuencia, ya se empiezan a ver movimientos de ventas de granos que estaban paradas. “Nosotros creemos que en los próximos dos meses vamos a tener buenos resultados, donde no sólo la industria va a liquidar sino que también los productores van a ir progresivamente desprendiéndose de los granos”.
Con relación a las críticas que en los últimos tiempos hicieron algunos sectores del campo que fue creciendo respecto de la política agropecuaria del Gobierno y, también respecto de cuestiones contra la propiedad privada, como en el caso Etchevehere, Basterra consideró que no existen elementos contra la producción.
“Nosotros no vemos ningún elemento que fundamente ese debate. Cuando plantean el debate por la propiedad privada no entendemos cuál es la motivación si ésta es una garantía constitucional y nosotros somos los principales defensores de la Constitución”, explicó.
Recordó asimismo que en la gestión del ultimo gobierno “ha sido un violador sistemático de las garantías y nos reclaman a nosotros institucionalidad y constitucionalidad. En realidad, nosotros consideramos que una usurpación es un delito. La rotura de un silobolsas también. Lo que ocurre es que la motivación que tienen algunos individuos dentro del sector es de promover una grieta porque tienen otros intereses que no son que le vaya bien al campo sino prosperar en el campo de discusión política. Ese debate lo damos cuando quieran, pero hablemos con franqueza con los elementos que hay que discutir
Fuente: Noticias AgroPecuarias