La noticia fue confirmada por un portavoz de su familia. El divulgador científico sufría esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las neuronas del cerebro y la médula espinal.
A lo largo de su vida, Hawking fue físico teórico, divulgador científico, cosmólogo y astrofísico que llevó la ciencia a un inusitado nivel de popularidad con sus explicaciones sencillas y prácticas; y sus profecías sobre un funesto futuro para el planeta si las personas no dejan de maltratarlo.
El científico sufría esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las neuronas del cerebro y la médula espinal. Pero a pesar de que los médicos le habían pronosticado apenas unos pocos años de vida en 1963, él se mantuvo firme, terminó su doctorado y logró una posición como profesor lucasiano de matemáticas en la Universidad de Cambridge, el mismo cargo que tuvo Isaac Newton 300 años antes que él.
Desde 2005, Hawkins permaneció sentado en una silla de ruedas, desde donde sólo podía comunicarse moviendo un músculo bajo su ojo con el que accionaba un sintetizador de voz.
“Estamos profundamente entristecidos porque nuestro querido padre falleció hoy. Fue un científico grandioso y un hombre extraordinario, cuyo trabajo y legado perdurarán a través de los años. Su coraje y su persistencia, junto a su brillantez y su sentido del humor, inspiraron a mucha gente alrededor del mundo”, expresaron a través de un comunicado sus hijos Lucy, Robert y Tim.
“Su coraje y persistencia, junto a su brillantez y su humor, inspiraron a personas de todo el mundo. Una vez dijo: ‘No sería un gran universo si no fuera el hogar de la gente que amas. Lo extrañaremos para siempre”, señalaron los familiares.
Hawkins, famoso por su trabajo sobre los agujeros negros en el universo, nació en una familia de intelectuales de Oxford el 8 de enero de 1942.
Durante años el científico británico advirtió que la humanidad enfrenta una serie de amenazas que la podría llevar a la extinción, desde el cambio climático hasta la destrucción nuclear, así como virus genéticamente diseñados.
Debido a estos ejemplos, Hawking afirmaba que la vida en la Tierra solo durará unos 100 años más “si tenemos suerte”.