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Lo que no puede faltar en el botiquín del viajero

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Recomendaciones de especialistas sobre lo que hay que llevar para prevenir y curar enfermedades típicas del verano relacionadas con los mosquitos o vinculadas al consumo de alimentos y agua no segura. Las vacunas, otro aspecto a tener en cuenta antes de viajar, sobre todo al exterior.

“En esta época hay que tener mucho cuidado con los lácteos y los helados”, dijo Cudós. Foto: Guillermo Di Salvatore

A la hora de emprender un viaje, sobre todo fuera del país, es importante hacer una consulta médica a los fines de disminuir a un mínimo la posibilidad de contraer una enfermedad infectocontagiosa o relacionada al lugar de destino. Entre los consejos generales, la doctora Carolina Cudós, especialista en infectología y microbióloga clínica, incluyó tener en cuenta que el agua y alimentos que se consuman sean seguros, prevención de picaduras, manejo de la diarrea del viajero, medicación habitual, contar con la prescripción de medicaciones preventivas, por ejemplo profilaxis para el paludismo y prescripciones de vacunas, tanto obligatorias como recomendadas.

Es preciso contar con un botiquín de viaje, que depende del tipo y duración, así como del historial médico de los viajeros. “En general incluye la medicación crónica del viajero, que se recomienda llevar en blisters y distribuirla entre el equipaje y el bolso de mano, así como medicaciones de uso frecuente como analgésicos/antipiréticos, antialérgicos, antiespasmódicos, antieméticos, explicó Cudós, en diálogo con El Litoral.

En caso de hacer un viaje de aventura o a un destino con condiciones de sanidad básicas, la doctora expresó que será importante contar con pastillas potabilizadoras de agua, sales de rehidratación oral y, en algunos casos, loperamida y antibióticos.

También, para circunstancias especiales podrán incluirse óvulos vaginales, corticoides, antisépticos, elementos para curación de heridas —tijera, gasas, vendas y desinfectantes—.

Diarrea

La diarrea es la enfermedad más frecuente en los viajeros, y en general esta asociada al consumo de agua y alimentos seguros, así como a las temporadas estivales.

Para la diarrea Cudós, quien es también la Directora de Epidemiología de la Provincia, explicó: “Hay que llevar antiespasmódicos que también le sirve a las mujeres para los dolores menstruales. Si tenemos cólicos tomar metoclopramida o antieméticos por si hay vómitos. Cuando hay vómitos, hay que esperar antes de medicarse porque es importante expulsar todo lo malo”. A su vez recordó la importante rehidratación para combatir la diarrea, para lo cual recomienda llevar sales de rehidratación oral.

“En esta época hay que tener mucho cuidado con los lácteos y los helados, porque si pierde la cadena de frío puede que crezca alguna bacteria que elimina toxinas, que con la cocción no se mata”, comentó.
Medidas para evitar la diarrea:

— Se debe tomar agua segura: potable o envasada.
— No consumir hielo del que no estemos seguros con que agua está generado.
— No consumir alimentos de puestos callejeros.
— Evitar las verduras y las frutas crudas.

 Repelentes

“El uso de repelentes previene la transmisión de múltiples enfermedades frecuentes en los viajeros como el zika, dengue, chikungunya y paludismo”, dijo.

La manera adecuada de aplicarse el repelente es una de las medidas principales para evitar enfermedades transmitidas por insectos durante un viaje. En general deben contener como producto activo DEET (Dietil-toluamida) al 25%, recolocarse cada cuatro a seis horas y cada vez que sea removido por el agua. “No se recomienda el uso de repelentes combinados en un mismo producto con protector solar dado que su eficacia es subóptima. De igual importancia para prevenir picaduras es el uso de ropa larga durante las horas máximas de exposición y el uso de mosquiteros”, recomendó.

Protección solar

Al momento de exponerse al sol, la doctora sugirió que la protección solar debe ser de factor UV de 15 a 20 como mínimo. Para los niños lo mejor es un factor UV de entre 40 y 60.

“Colocarse el protector media hora antes de la exposición al sol y después de que la piel lo absorba el repelente”, recordó Cudós.

Es preciso evitar la exposición durante períodos prolongados y en horarios no recomendables (de 11 a 16 horas).

Vacunas 

El viajero tiene que tener el calendario nacional de vacunas, por eso consultar al médico para revisar el carnet de vacunas y de faltar alguna asistir a un centro de salud. “La tétano y difteria es fundamental por cualquier tipo de accidente, otra importante es la triple o doble viral que previene la sarampión y la rubéola, contar con la de hepatitis B y la hepatitis A en nacidos a partir del año 2004, antigripal en temporada de influenza, antineumococcica para grupos de riesgo”, sostuvo.

En algunos casos se recomienda la aplicación de vacunas fuera de calendario, tales como la de fiebre tifoidea, antimeningococcica, antirrábica, hepatitis A en adultos.

 Fiebre amarilla

La fiebre amarilla es una enfermedad transmitida por mosquitos que puede prevenirse a través de la vacunación. Algunos países pueden solicitar que el viajero presente un certificado de vacunación contra la enfermedad, en ciertos casos porque el país presenta riesgo de fiebre amarilla y en otros casos para evitar que la enfermedad sea introducida en el país.

Para los que viajen al sur de Brasil, uno de los destinos preferidos por los argentinos como Florianópolis, Camboriú, Torres y Bombinhas, la doctora explicó que no se recomienda vacunarse contra la fiebre amarilla, ya que este año no hubo casos en esta región brasilera. Como tampoco hay problemas con este riesgo de enfermedad en las playas del norte —Ceará, Maceio, Natal, Fortaleza y Recife—.

Sin embargo, hay otros destinos turísticos en las que sí es necesaria. “Se recomienda para quienes viajan a San Salvador de Bahía, Puerto Seguro, Estado de Espírito Santo, al Estado de Río de Janeiro, incluida la ciudad de Río de Janeiro, Buzios y Cabo Frío. Y también aquellas personas que vayan al Estado de San Pablo, exceptuando a aquellos viajeros que solo se dirijan a la ciudad de San Pablo”, explicó Cudós.

La doctora resaltó que esta vacuna no es inocua y tiene contraindicación. Las embarazadas, los menores de un año y las personas inmunocomprometidas y alérgicos al huevo no se pueden vacunar, mientras que los mayores de 60 no se recomienda la vacunación porque puede tener efectos adversos.

“Hay que llevar todo en blister, no llevar los remedios sueltos o en tarritos, porque es un gran error”. Carolina Cudós, especialista en infectología y microbióloga clínica.

Fuente: ElLitoral.com

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