En un duelo caliente, Inter Miami le ganó 3-1 a Orlando City con un doblete de Lionel Messi. Ahora, el elenco que comanda Gerardo Martino se enfrentará el domingo a Dallas, en Texas, por los octavos de final de la Leagues Cup.
No se sabe si Lionel Messi jugará alguna vez en un equipo del país. Pero lo que es seguro, al menos según lo que se observó y escuchó en los primeros juegos en Estados Unidos, es que en Miami vivirá partidos con un ambiente similar al que podría transitar en los estadios de nuestro país. Juega el Inter y desde la tribuna baja el ritmo de «Muchachos» o de «Me lo dijo una gitana», habituales en el cancionero de las populares argentinas.
Y Messi jugó el clásico contra Orlando City como se juegan los clásicos en estas latitudes: luchando, apretando los dientes, discutiendo, metiendo la pierna, hablando con el árbitro. Tal vez influyó que en el elenco rival hayan jugado ocho latinoamericanos. La novedad de Leo en el Derby no fue el golazo que hizo a poco de iniciado el duelo, sino el patadón que le pegó a Wilder Cartagena, volante peruano con pasado en Godoy Cruz. La Pulga se había agarrado con el rival un par de jugadas atrás y quedó molesto: cuando tuvo la oportunidad, lo sacudió con la zurda. El árbitro Iván Arcides Barton Cisneros con justicia le mostró la amarilla.
El juego fue parejo. Inter Miami se puso en ventaja con un golazo de Messi a los 6 minutos: recibió un buen pase de Taylor, la paró de pecho y remató de volea con potencia casi dentro del área chico. Otra vez fue particular el festejo y en esta oportunidad homenajeó a Wakanda Forever, la Pantera Negra, otro film de Marvel.
Ocurrió que minutos después el uruguayo César Araújo aprovechó un par de rebotes a la salida de un córner y marcó el 1-1. Luego, Messi metió un tiro en el palo y un tiro libre que sacó al córner el arquero peruano Pedro Gallese.
Pero lo novedoso fueron las discusiones de Messi. La Pulga pidió con furia una amarilla para Araújo por una falta que no existió. Y la picó con el uruguayo de 22 años quedó latente porque cuando se fueron al vestuario ambos se fueron discutiendo. Messi lo invitó a pelear y hasta lo empujó en la entrada al vestuario. Una imagen pocas veces visualizada en la laureada carrera de Leo.
Messi salió con una actitud más tranquila en el complemento. Pero fue levantando temperatura con el correr de los minutos. Rápido, a los 5 minutos, el árbitro sancionó un penal muy discutido ante Josef Martínez. El bueno de Leo le cedió la ejecución al venezolano, que venía flaco de goles. No falló y puso el 2-1.
Tuvo tiempo y manera de agradecer Martínez: le cedió el tercero a Messi, que de derecha y desde adentro del área chica anotó el 3-1 definitivo.
Al duelo le quedó tiempo para el debut de Jordi Alba y para una nueva pelea de Messi, esta vez con el brasileño Felipe. Se dijeron de todo. Luego, Inter Miami volvió a festejar. «Que de la mano/de Leo Messi/todos la vuelta vamos a dar», se cantó.
FUENTE: clarin.com