El gobernador buscó bajarle el tono al encuentro que mantuvo días atrás con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y aseguró que es «prematuro hablar de acuerdos electorales».
«Es prematuro hablar de acuerdos electorales a casi un año de las elecciones nacionales, con un escenario totalmente abierto y con un reacomodamiento de todas las fuerzas políticas», respondió Lifschitz al ser consultado por Télam, sobre la posibilidad de un acuerdo entre el massismo y el FPCyS, que integran en la provincia el PS, la UCR, la CC-ARI y el GEN, de Margarita Stolbizer.
Las especulaciones en torno a un posible entendimiento electoral surgieron al trascender el encuentro que la semana pasada tuvieron el gobernador y Massa en el bar Selquet, del porteño barrio de Palermo, en el que intercambiaron lecturas sobre la realidad del país y el escenario electoral.
Un detalle que alimentó la hipótesis de sumar al massismo a la alianza gobernante en Santa Fe fue la reunión que la noche previa protagonizaron Lifschitz y Stolbizer, la diputada del GEN que se muestra cada vez más cerca del líder del FR, pero que también está en la mira del macrismo para sumarla a su armado electoral en la estratégica provincia de Buenos Aires.
Se sabe, Stolbizer es una histórica socia política del socialismo, que en octubre pasado la llevó junto a Libres del Sur y a otras fuerzas, como candidata presidencial del Frente Progresista.
Mónica Peralta, referente del GEN santafesino es subsecretaria de Desarrollo Social provincial y no es la única en la administración provincial.
Con la estrategia de no apurar los tiempos electorales, Lifschitz enmarcó su encuentro con Massa en el «necesario diálogo político» que debe existir entre distintas fuerzas y se ocupó de aclarar que el socialismo tiene puesto el foco en «consolidar» y «profundizar el perfil progresista» del FPCyS.
Fieles a su perfil, los socialistas serán cautos y esperarán que avance el reacomodamiento de las piezas en el tablero electoral para tomar alguna definición.
La estrategia del socialismo estará en buena medida condicionada por dos factores: los acuerdos que Stolbizer teja en suelo bonaerense y lo que pase de aquí en más con los radicales santafesinos quienes mantienen la doble condición de ser socios del socialismo en la coalición de gobierno y, al mismo tiempo, formar parte de Cambiemos en esa provincia.
Con todo, los socialistas están decididos a defender su único bastión y un acuerdo con Massa le permitiría ampliar su base electoral en los comicios de medio término, en los que Santa Fe renueva nueve de las diecinueve bancas que tiene en la Cámara de Diputados.
El año que viene esa provincia elige además jefes comunales, concejales y consejeros escolares en una decena de localidades y la fuerza otrora liderada por Hermes Binnner buscará frenar las apetencias del PRO que cuenta sólo con las intendencias de Rufino y Funes.
Lifschitz confía que el «grueso del radicalismo permanecerá» en el Frente Progresista Cívico y Social de cara a las legislativas del 2017, pese a su alianza con el macrismo.
Es que los radicales mantienen una fuerte presencia en el gobierno provincial, donde encabezan seis ministerios y una cantidad nada despreciable de secretarias, además de poseer varios intendencias, siempre con necesidad de financiamiento.
El titular del Comité Nacional de la UCR e intendente de Santa Fe, José Corral, ya suena como uno de los nombres a encabezar la lista de diputados por Cambiemos junto al macrista Luciano Laspina, algo que podría definirse en las PASO.
Sin figuras del FPCyS a la vista, el socialismo piensa en algún ministro o intendente para lanzar a la competencia nacional.
El socialismo, en tanto, comenzó a sondear al ex gobernador Antonio Bonfatti, pero el actual legislador provincial ya avisó que tiene intenciones de permanecer en la titularidad de la Cámara de Diputados santafesina. Por eso, tiene en la mira al massista Alejandro Grandinetti que -según las encuestas- ostenta buenos índices de conocimiento e imagen.