El 22 de mayo último, el Gobierno formalizó un cierre de toda la exportación, salvo para las cuotas a Europa y los Estados Unidos asignadas al país. Cumplido un mes, el cepo pasó a ser de un 50% de lo colocado en el exterior en el segundo semestre del año pasado. Más cerca en el tiempo, se habilitó un extra de 3500 toneladas mensuales a Israel, el segundo mercado en valor luego de China.
Con la salida de Luis Basterra y la llegada de Julián Domínguez como nuevo ministro de Agricultura, la discusión en torno del cepo se reactivó y, con ella, las versiones cruzadas. Domínguez habló con técnicos de la Mesa de Enlace anteayer en un encuentro donde se discutió sobre números, diagnósticos y donde los hombres de las entidades del agro pidieron una liberación. Hoy el ministro volverá a verse con esos mismos integrantes.
Todo transcurre mientras los presidentes de las organizaciones que integran la Mesa de Enlace aguardan un llamado a una reunión que se concretaría el lunes. Por el momento no hubo una comunicación formal a los presidentes.
Si al 50% habilitado para exportar se suman las cuotas asignadas y el cupo extra para Israel, hoy ronda el 65% el total permitido para vender. Al margen de eso, una de las versiones indica que se podría agregar 5000 toneladas por mes hasta el 31 de octubre próximo para darle mayor salida a la carne de la vaca que se exporta a China y proviene de un animal que terminó su ciclo productivo.
Aunque con la restricción para exportar perdió algunas posiciones, China se venía llevando el 75% de la carne exportada. Esas 5000 toneladas se repartirían de manera equitativa entre los frigoríficos, sin considerar el criterio dado para el cupo actual del 50% que toma la performance exportadora del segundo semestre de 2020. En los últimos días, el Senasa pidió a los frigoríficos informar su stock de carne en las cámaras.
Vale recordar que ya en agosto pasado desde los despachos oficiales se había anticipado a la cadena cárnica que se podría flexibilizar la venta de la carne de esa vaca vieja que termina en China. Sin embargo, pese a las promesas, eso no se concretó.
Según las fuentes consultadas, también circula la opción de una inmediata liberación total, exceptuando siete cortes de consumo que tienen una prohibición para exportar hasta fin de año. Son asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío. Hay proyecciones que indican que, con mayor liberación, contra las casi 900.000 toneladas exportadas en 2020 este año el país podría vender por un 80% de ese volumen.
Otras opciones
Contra esas versiones sobre los posibles cambios, hay otras que, en tanto, alertan que “no está nada fácil” la posibilidad de que el Gobierno modifique en lo inmediato la situación, sobre todo cuando necesita seguir mostrando que se aquietaron los precios de cara a las elecciones de noviembre próximo. Tanto Alberto Fernández como Cristina Kirchner pusieron a la carne en el foco de la agenda en los últimos días previos a las PASO.
En julio y agosto pasados, la carne acumuló una baja promedio de 2,3%, tras subir 7,7% en junio según datos del sector privado. Algunos en el sector sostienen que, pese al esfuerzo del Gobierno por mostrar una estabilización, a mediados de octubre próximo, en el marco de una menor oferta, podría haber una nueva suba en el precio de la carne. El mayor dinero que con distintas medidas está buscando inyectar el Gobierno en el bolsillo del consumidor podría traccionar una demanda que también presione sobre los valores.
“Esperamos que al menos se abra la exportación de la vaca a China sin cupos, ya que no afecta el consumo interno”, se mostraron esperanzados en una entidad del sector. Esta y las otras alternativas son las que concentran la atención por estas horas.
Fuente: Diario La Nación