El proyecto arrancó en 2003 pero nunca avanzó. Ahora no queda nada. Mientras, la ruta 33 siguió sumando accidentes fatales.
El diputado Real quiere que la Dirección Nacional de Vialidad explique.
La ya licitada autopista Rosario – Rufino, una de las mayores promesas en materia de obra pública en la provincia, sufrió un duro revés. La empresa constructora desmanteló el obrador que se había instalado en un camino cercano a Venado Tuerto. A raíz del abandono, la Legislatura provincial tomó el tema y aprobó un pedido de informes de manera unánime a fin de que la Dirección Nacional de Vialidad explique los motivos del parate. «El argumento es que nunca llegó el dinero, nunca llegaron partidas, es crónica de una muerte anunciada, se va el obrador que no había hecho prácticamente nada», apuntó el diputado provincial Gabriel Real, autor de la iniciativa.
El sur santafesino tiene paciencia y aguarda desde hace quince años el comienzo de la obra. El primer expediente fue presentado en el año 2003 ante el Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI). Desde entonces, tanto en el kirchnerismo como en el macrismo, las tareas no tuvieron avances y los accidentes se sucedieron. En los últimos años se abrió una luz de esperanza cuando se abrieron dos procesos licitatorios para la reconversión de la ruta en autopista. Bajo el sistema Participación Público Privada (PPP), a la firma Helport le tocó encargarse de la construcción de la vía desde el acceso a San Eduardo a la ruta A012. Mientras que el tramo Rufino – San Eduardo fue destinado a la Unión Transitoria de Empresas (UTE) Supercemento – José Cartellone Construcciones. En total, la traza Rosario – Rufino contemplaba el mejorado de 230 kilómetros. Confiado, a mediados de 2016, el diputado provincial y referente del PRO Federico Angelini pronosticó: «Para el mes de enero de 2020 se prevé la finalización de las obras de la autopista que unirá las localidades de Rosario y Rufino». Sin embargo, el avance fue casi nulo.
En los últimos días, los venadenses se sorprendieron con el desmantelamiento del obrador, que se había levantado a fines de 2018, ubicado a unos 1500 metros de la ruta en un camino cercano a la estación de peaje de Venado Tuerto. «Nos llegó el comentario que estaban desmantelando el obrador, por eso me contacté con gente de la empresa y me confirmaron que gran parte de los equipos que estaban asignados al comienzo de los movimientos de suelos y de la pavimentación de la autopista de la 33, al no llegar los fondos, se trasladaron a obras que están en funcionamiento», explicó el secretario de Obras Públicas local Pablo Rada a LT29. En concreto, se trasladaron las máquinas y solo se dejaron en el obrador las que se precisan para el mantenimiento de la ruta.
Real vive en Firmat, sigue las vicisitudes de la obra y, con el de reciente aprobación, ya impulsó cinco pedidos de informes. El que presentó la semana pasada fue acompañado por todos y todas las diputadas, incluso los de la bancada de Cambiemos. «La obra está re contra demorada y hemos planteado la necesidad de la contingencia. Cuando termina el peaje quedó abandonada la ruta, las municipales y comunas han tenido que ocuparse de la defensa civil, las emergencias, es una retracción absoluta de lo que es la presencia del Estado en un ruta que está colapsada», señaló.
No se hizo nada, lo prometió Néstor Kirchner, Cristina Kirchner, Mauricio Macri, lo prometieron todos y ni empezó», se quejó el diputado, que integra la Comisión Plan Autopistas, un espacio que nuclea a intendentes y jefes comunales del sur provincial, legisladores y diferentes entidades intermedias. «Angelini muchas veces fue el vocero de cuestiones que advertíamos, siempre nos respondía que se estaba empezando, pero no fue a la sesión donde se aprobó el pedido. Queremos saber qué es lo nuevo que está pasando, la empresa que iba a empezar muy lentamente a hacer algo se fue o se está yendo», cerró Real.