En su primer mes sin cepo tocó un máximo de $ 13,90 y un mínimo de $ 12,86. La suba fue menor a la temida. Las reservas crecieron casi u$s 1400 millones, sin intervención del BCRA.
En su primer mes de cotización fuera del cepo cambiario, el dólar en el mercado mayorista terminó exactamente donde empezó: a los $ 13,40 a los que había cerrado tras la suba del 36% que anotó en la primera rueda. Con la demanda todavía trabada y un valor que si bien lo mejoró no solucionó el problema del atraso cambiario, el primer mes del nuevo mercado tuvo la virtud de ser mucho más tranquilo de lo que se temía. Mientras el Banco Central (BCRA) busca concentrar sus cañones en contener el efecto sobre precios que generó el salto de la divisa. El minorista arranca esta semana en $ 13,60.
El dólar en el mercado mayorista permanece 36,37% por encima del último valor que había marcado el 16 de diciembre pasado, último día de operaciones contenidas por el cepo cambiario. La era de la «flotación sucia» conducida por el nuevo titular del BCRA Federico Sturzenegger no estuvo libre de volatilidad: tocó un mínimo de $ 12,86 y un máximo de $ 13,90.
Tras el salto inicial, la temida disparada del dólar no se concretó. El propio ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, se había permitido mencionar al dólar contado con liquidación de $ 14,20 para estimar un primer precio del dólar.
Que el precio haya quedado lejos por ahora de ese nivel fue una buena noticia para la política antiinflacionaria del BCRA, pero hizo poco para recuperar la competitividad cambiaria perdida con el dólar barato de tiempos del cepo.
«La devaluación menor a lo esperado jugará un rol, sobre todo durante los primeros meses del año, lo cual serviría para reducir la inflación que en diciembre y enero mostrarán guarismos por encima del 3% mensual en promedio, lo cual a su turno permitiría moderar expectativas de cara a la crucial negociación salarial que se llevará a cabo entre febrero y mayo», dijo un informe de ACM, la consultora conducida por Javier Alvaredo y Maximiliano Castillo. «Partiendo de un nivel de 30% anual, y considerando el impacto de la devaluación a precios y el reacomodamiento de algunos precios relativos clave, la meta también aparece como muy desafiante», agregó.
Según operadores, el logro nada menor de mantener calma a la suba del dólar se logró gracias a un acceso todavía limitado al mercado cambiario por parte de importadores que pagan en forma gradual su deuda pasada y todavía no activaron del todo las compras en el nuevo sistema de comercio exterior.
«En cuanto al volumen operado entre entidades bancarias bajo los sistemas electrónicos SIOPEL y MEC, en los veinte días hábiles transcurridos desde la liberación del mercado de cambios, el promedio diario muestra una baja cifra de sólo u$s 290 millones, demasiado lejos de lo que se opera diariamente en el resto de los países sudamericanos», explicó el último reporte semanal de ABC Mercado de Cambios.
El dólar, en ese mercado todavía reducido, parece barato para el paladar de los operadores del mercado cambiario. Y también para el de los turistas en el exterior, que poco antes de la salida del cepo pagaban poco menos de $ 13 por divisa con el recargo del 35% que imponía la AFIP a cuenta de Ganancias y Bienes Personales.
El índice de tipo de cambio real multilateral que elabora la consultora Elypsis (TCRMe) estimaba tras la devaluación la ganancia de competitividad era limitada: «se ubica en niveles de noviembre de 2014, momento en el cual ya se había erosionado toda la ganancia de competitividad cambiaria de la devaluación de enero de 2014.»
Por último, el beneficio no menor para el BCRA durante este mes fue el final de las ventas oficiales que hicieron mella sobre las reservas: en este mes la autoridad monetaria no intervino ni una sola vez y las reservas sumaron u$s 1378 millones