La laguna La Picasa devoró gran parte de la ruta nacional Nº 7, en proximidades de Diego de Alvear (Santa Fe)), y el futuro de este trazado internacional es sombrío.
Foto gentileza Marta Chocobares
A más de dos meses de interrumpido el tránsito, y a pesar de las toneladas de piedras colocadas para proteger el pavimento, la presión del agua puede más y va sepultando la ruta; en la actualidad en algunos sectores sólo son visibles los guarda rails y algunos carteles que se van derrumbando.
En los últimos días, el periódico Tribuna del Sur, de Rufino, reflejó en sus páginas imágenes que evidencian la gravedad del problema en esta vía de comunicación.
A menos de 100 kilómetros de Laboulaye, en la zona de Aarón Castellanos la ruta 7 desapareció bajo la gran masa hídrica. Igual panorama se observa en la zona de Diego de Alvear, donde sólo sobresalen el guarda rail y las estacas colocadas por la empresa concesionaria para advertir sobre el límite entre el pavimento y la banquina, hoy tapadas totalmente de agua.
Los datos arrojados por la Misión Grace y las imágenes Noaa (del inglés National Oceanic and Atmospheric Administration Satelite) determinaron que en 1975 el almacenamiento del agua en La Picasa era de 2.400 hectáreas, y que en 2017 creció hasta abarcar 40.000 hectáreas.
Según se indicó en la última semana, el nivel de la laguna por sobre la carpeta asfáltica aumentó unos 10 centímetros.
Aunque el camino está intransitable, hasta el lugar llegan vecinos para observar la imagen dantesca que hoy muestra la laguna y, otros, hasta se animan a pescar.
La situación genera preocupación en los habitantes de localidades limítrofes de Santa Fe y Córdoba que ya sienten el impacto de la falta de circulación de vehículos, que resienten su economía.
Un camionero que ocasionalmente recorre la zona desde Laboulaye rumbo al puerto, señaló que en la actualidad debe hacer largos rodeos para llegar a destino, lo que genera elevados costos en combustible y obliga a aumentar los fletes.
Gran parte del tránsito habitual que tenía esta traza hoy es desviado por ruta 8, la que en los últimos días comenzó a mostrar anegamientos en proximidades de Arias.
De cortarse este otro trazado, varios pueblos del sureste cordobés quedarán aislados.