Si bien ya se habían desarrollado una variedad máquinas, estas estaban enfocadas sobre todo en la producción de textiles, como la aguja doble punta patentada por Charles T. Wiesenthal en 1755 que eliminaba la necesidad de girar la aguja para que el hilo no se liara después de varias puntadas hechas a mano. También inventores como Krems, Thimonnier, Saint-Etienne Hunt y otros, crearon máquinas que a la final no llegaron a tener tanto éxito ni relevancia en el tiempo, pero todos colaboraron a la evolución de la máquina de coser.
Antes la confección de la ropa y de cualquier otro textil estaban muy limitados. Todos los trabajos con tela, se tenían que hacerse a mano, por lo que la producción en masa de prendas de vestir era prácticamente imposible. Tanto las familias, como los sastres más profesionales, realizaban sus trabajos con una aguja e hilo, tal y como se venía haciendo desde la antigüedad.
Thimonnier, ideó una máquina fabricada en madera, la cual era capaz de dar una puntada de un solo hilo. Si bien es cierto, el proceso no era mucho más rápido que uno realizado a mano, aun así, llamó la atención del gobierno francés. A tal punto que, recibió una patente en 1830, con el fin de producir uniformes en masa para el ejército de Francia.
Esto causo furor entre las masas, cientos de sastres se sintieron indignados, y temiendo que eso los fuera a dejar fuera del negocio, formaron una horda y atacaron la casa de Thimonnier, quien logró huir a Londres, pero perdió todas sus máquinas. En 1848, nuevamente sacó al mercado su máquina de coser, está vez en Inglaterra, donde tampoco tuvo éxito.
En 1834, el estadounidense Walter Hunt, diseñó una máquina de coser de doble hilo.
En 1849, Hunt también patento el pasador de seguridad pero no pudo sacar provecho de él.
Elias Howe nació en Spencer, Massachusetts, el 10 de julio de 1819. Al términar la educación comenzó a trabajar como maquinista y escuchó por primera vez algo referente a la máquina de coser mientras trabajaba en Boston con Ari Davis que se dedicaba a la reparación de instrumentos de precisión.
Howe introdujo significativos cambios que conducirian hacia la máquina de coser moderna:
- una aguja con el ojo en el punto
- un servicio de transporte que opera bajo la teña para formar el punto de bloqueo
- una alimentacion automatica
El modelo de Howe causó tanto impacto, que fue copiado por múltiples empresas. Aun así, el éxito rotundo en la industria de las máquinas de bordar y de coser, no llegó sino hasta 1851. Cuando el también nacido en Nueva York, Isaac Merrit Singer le dio los toques finales a la obra maestra. Es ahí cuando se empezó a revolucionar el mundo de la industria textil.
El cuenta el sitio web Ingeniería, Isaac Merritt Singer, introdujo la primera máquina de coser a escala para uso doméstico. La patente se publicó 30 de mayo 1854. Aunque las primeras máquinas Singer se basan en el concepto de Howe, más tarde se patentó el brazo rígido y una barra vertical para mantener el paño contra el movimiento ascendente de la aguja.
Esta máquina tenía incorporado un pedal que, hacía funcionar el mecanismo de la máquina, impulsado por el pie del operario. Por otro lado, le agregó una rueda dentada para el movimiento semiautomático de la tela, entre cada puntada.
Singer en el año 1889, desarrolló y sacó a la venta la rimera máquina eléctrica, impulsada con un motor eléctrico de Edison. Con un simple motor de aproximadamente 1/8 de HP (caballo de fuerza), alimentado por energía eléctrica, facilitó el trabajo aún más. Llegando a hincar hasta 800 puntadas por minuto, un verdadero progreso. Con el antiguo pedal, tan solo se alcanzaban entre 200 a 400 puntadas.
En la actualidad podemos clasificar a las máquinas de coser de acuerdo a las ramas a las que estén destinadas:
- Máquinas de uso doméstico
- Máquinas semi-industriales
- Máquinas industriales