Especialistas de organismos públicos alertaron que las condiciones en las que este año se ingresa a la campaña de granos gruesos de soja y de maíz son peores que las de 2008, año en que se desplomó la producción. Fue durante la presentación de informes sobre el clima para el ciclo 2022/2023 junto al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo.
“Al analizar la evolución del almacenaje promediado para todas las estaciones meteorológicas del servicio en la zona núcleo, vemos que actualmente estamos atravesando los valores más bajos que se tengan registro”, alertó la coordinadora de la Mesa Nacional de Sequía y de la Oficina de Monitoreo de Emergencias Agropecuarias (Omega) María de Estrada. “No todas las sequías dan lugar a las catástrofes”, dijo, pero advirtió que “las consecuencias de las sequías impactan en otros sistemas”.
Este contexto, comentó: “Nos preocupa porque estamos entrando en la época de mayor demanda hídrica con el aumento de las temperaturas”. Indicó que, teniendo en cuenta los balances hídricos de los suelos, “si se compara esta campaña con la de 2008, en ese momento, en esta época, se entraba en mejores condiciones que las que estamos actualmente”.
“Estamos todos contentos con las lluvias ocurridas, pero los mapas de precipitación del último día muestran que fueron un poco más abajo que en donde tenemos el peor problema”, dijo. Por otro lado, contó que los especialistas ven con “preocupación” que durante los primeros 20 días de octubre hubo “una extensión de estas condiciones (falta de precipitaciones) más hacia el sur de Buenos Aires, ya incluyendo la Cuenca del Salado y también hacia Entre Ríos y más de Santa Fe”.
Al igual que De Estrada, la técnica de Omega Adriana Basualdo, a través de un mapa, contrapuso la situación hídrica al 23 de octubre de 2008 para maíz con la de este año. Mostraba mejores condiciones para el primer caso. Además, comparó el retraso de la siembra del cereal con el promedio de las últimas cinco campañas. En Junín, por ejemplo, hay un 71,3% de atraso, seguido de Venado Tuerto con un 64,8%. También presentan demoras importantes Pergamino y Casilda, con 62,8 y 64,2%, respectivamente.
“En Junín esta campaña establece un nuevo récord de mínima de humedad en el suelo para esta época, coincidiendo con el momento del cultivo en que más impacta en el rendimiento final”, indicó. En tanto, agregó: “Con una lluvia por debajo de lo normal, en Venado Tuerto va a ser prácticamente imposible que se lleve a cabo la siembra porque seguiría muy por debajo de lo normal e incluso con lluvias normales no se llegaría a la humedad normal”.
”Los escenarios a 30 días son desalentadores para el arranque de la gruesa en zona núcleo y regulares en el resto del área de cultivos extensivos. Mientras que los escenarios a 60 días para pastura muestran que aún con lluvias normales las probabilidades de déficit hídrico es alta”, apuntó.
Natalia Gattinoni, experta del INTA, remarcó que, además de la sequía, la región pampeana y principalmente Buenos Aires contabilizó entre 6 e incluso más de 12 días con temperaturas por debajo de los 3 grados, comparado con lo histórico esperado para septiembre y octubre. Dijo a los productores: “Tienen que tener en cuenta que va a continuar La Niña [genera lluvias por debajo de lo normal] en fase fría”. Indicó que se espera un 70% de probabilidad de que el fenómeno continúe estos próximos meses y, principalmente, en el comienzo del verano. “Para lo que es octubre, noviembre y diciembre prevalecen las condiciones de lluvias deficitarias”, precisó.
En este contexto, Pablo Mercuri, director del Centro de Recursos Naturales del INTA, aconsejó: “Lo mejor es promover e investigar todas las prácticas que tienen que ver con la gestión del agua”. Agregó: “Cada criterio agronómico que tomemos tiene que ser de decisión, diversificar para menguar el riesgo climático y gestión del agua”.
Fuente: Diario La Nación