En paralelo a las medidas económicas que anunció ayer el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, el directorio del Banco Central hizo el jueves un reseteo de su política monetaria y cambiaria anunciando que pondrá en marcha algunas medidas concretas para intentar frenar la sangría diaria de reservas.
x) Se termina la “devaluación uniforme”: desde el comienzo de la gestión actual, el tipo de cambio oficial se devalúa 8 centavos por día. Esa previsibilidad, en la que todo el mercado sabe de antemano a cuánto cerrará el dólar oficial, cumplió su ciclo. El BCRA decidió “abandonar el mecanismo de devaluación uniforme, otorgando mayor volatilidad y manteniendo el nivel competitivo del tipo de cambio real multilateral”.
Según apuntó la autoridad monetaria, “en el marco de la estrategia de flotación administrada, el ritmo de depreciación diario se adecuará en forma gradual a las necesidades de la coyuntura”, apuntó el Central, dando a entender que cada día podría dejar correr el dólar hacia arriba o hacia abajo, interviniendo en el mercado sin atarse a esa velocidad de devaluación prefijada.
En rigor, con esta decisión, que le quita previsibilidad a la cotización del dólar oficial, el Banco Central lo que busca apurar a las liquidaciones de exportaciones del complejo sojero, una de las principales fuentes de ingreso de divisas al país. No obstante, ayer mismo operadores financieros debatían sobre las posibilidades de éxito en esa cruzada. Es que si los exportadores ven un riesgo en que los movimientos del Banco Central sean menos predecibles, podrían vender, pero si interpretan que es el anticipo a devaluaciones más intensas es probable que sigan esperando para liquidar sus divisas.
En lo que sí coincidían es que este viernes la cotización del dólar oficial suba a un mayor ritmo del que lo venía haciendo para intentar reducir un poco la brecha con el tipo de cambio paralelo.