Es un dispositivo de uso interno hecho de siliconas. Se creó en 1937 y ya cuenta con seis mil usuarias en el país. Es una opción más económica y ecológica. Además, aseguran que ocasiona menos infecciones vaginales. Los pros, las contras y cómo utilizar este producto.
Si hubiese que armar un ranking de temas que son tendencia este verano, sin duda la falta de tampones estaría en el top five. Sobre la escasez de este adminículo de higiene femenino se escribieron notas en distintos medios y se ocuparon varios minutos de aire televisivo. Fue, también, la estrella de los comentarios en las redes sociales y materia obligada en las charlas de café. Se discutió sobre los motivos que habrían generado este inconveniente, que incluyeron desde trabas a la importación, problemas en la distribución y hasta la versión oficial atribuyendo todo a una operación mediática.
En medio de los debates y discusiones, surgieron vendedores espontáneos dispuestos a sacar provecho de esta necesidad. A falta de recursos, exceso de oportunistas. Así fue que apareció el comercio de los llamados “tampones blue”. En varias plataformas de venta online se pueden leer anuncios que ofrecen los tan buscados artículos a más del doble de su valor real. Es decir que cajas de 20 unidades, que usualmente salen $50, allí son ofrecidas hasta a $130. No faltaron los que juraron, humorada mediante, desde Twitter y Facebook que abandonarían sus ocupaciones actuales para dedicarse a regentear un mercado negro de tampones.
Pero además de haber sido una gran fuente de chistes y humoradas, la falta de tampones ayudó a pensar en otras alternativas. Y así fue como se comenzó a hablar de la copa menstrual, que en vez de absorber el fluido vaginal, lo acumula en su interior. El producto, creado en 1937, ya cuenta con seis mil usuarias en el país. La copa está hecha con silicona atóxica y 100% hipoalergénica. Su valor ronda los $450 y como es reutilizable y dura 10 años resulta una opción más ecológica y económica. “Las mujeres que cambiaron a la copa comprobaron que su uso es más práctico, higiénico y saludable que las opciones tradicionales”, destaca Luciana Comes, socia fundadora de Maggacup, la primera copa menstrual fabricada en el país.
Antes de comenzar a usar la copa, hay que esterilizarla, sumergiéndola en agua hirviendo por cinco minutos. Esto se debe repetir al inicio de cada ciclo menstrual, pero mientras dura, sólo basta con removerla cada tantas horas, limpiarla con agua y volver a introducirla.
Como el producto queda abierto en la vagina, se produce un vacío que impide que haya pérdidas y, al no haber oxígeno, se reduce la presencia de hongos y otros micoorganismos. Si bien los fabricantes de copas menstruales aseguran que se pueden utilizar hasta 12 horas seguidas sin convenientes, los especialistas aseguran que nada es infalible e instan a tomar precauciones, como con el uso de otros productos femeninos, para que no se ocasionen infecciones.
“Es vital que se cambie con cierta frecuencia para evitar que la acumulación de calor y sangre formen un caldo de cultivo que causen la aparición de gérmenes e infecciones del trato genital que podrían provocar complicaciones en el cuello del útero y en el resto del aparato sexual femenino”, subraya la doctora y especialista en ginecología Patricia Tauscher. También sugiere que el dispositivo se higienice de manera adecuada y recomienda, en lo posible, evitar usar éste y otros productos de uso interno, como el tampón, de forma regular. “Durante la menstruación, lo mejor es recurrir a las toallitas, que son externas y no entran en contacto con el cuello del útero. De todos modos todo hay que usarlo de forma medida y sin abusar. Lo mejor es apostar siempre por lo más natural, por eso tampoco es bueno usar los protectores diarios todos los días. Es que todas las toallitas, incluso las que no tienen perfume, tienen productos químicos que, si se usan de manera regular y constante, pueden generar vulvitis”, concluye Tauscher.
Como cualquier producto, la copa menstural tiene sus pro y sus contras. Aquí un resumen.
Ventajas
*Está realizada en suave silicona atóxica y 100% hipoalergénica.
*Reduce las chances de infecciones (aunque no es infalible).
*Es reutilizable y, por ende, constituye una opción más ecológica.
*Permite nadar y hacer cualquier tipo de actividad física.
*Es económica.
Desventajas
*Al comienzo puede costar acostumbrarse a su colocación y extracción.
*Si no se coloca adecuadamente podría haber pérdidas.
*Puede ser incómodo cuando no se dispone de un baño privado donde se pueda lavar. Para solucionar este problema, muchas optan por llevar consigo una botellita de agua.
Modo de uso:
El detalle de cómo higienizarla y utilizarla, en este video.
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Fuente: Desirée Jaimovich – entremujeres.clarin.com