El Campo

La Argentina fue el único país de los principales exportadores que vendió menos carne en volumen

Pese a que en el primer cuatrimestre del año ingresaron, por mejores precios, un 30,5% más de dólares, con US$1078,3 millones, la Argentina cayó un 6% en tonelaje cuando Uruguay, Brasil y Estados Unidos aumentaron sus cantidades.

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Si bien las exportaciones de carne vacuna aportaron 30,5% más de dólares en el primer cuatrimestre de 2022 que en igual período de 2021, la Argentina fue el único de los países productores que son exportadores importantes que colocó menos volúmenes que un año atrás.

El mayor aporte de divisas -US$1078,3 millones entre enero y abril- se debió a los mejores precios internacionales, no a mayores cantidades que cayeron 6% en la comparación interanual [en el primer cuatrimestre se embarcaron menos de 200.000 toneladas] cuando podrían haber subido 20%.

El economista Juan Manuel Garzón, del Ieral, de la Fundación Mediterránea, describió que en el caso de Uruguay, en el primer cuatrimestre del año, los volúmenes exportados subieron 22% en la comparación interanual; 34% crecieron los envíos de Brasil y 6% los de los Estados Unidos. A su entender, en función del comportamiento en los limítrofes, los cargamentos locales podrían haber aumentado 20%.

“Si tomamos lo que los otros crecieron y lo que la Argentina perdió estamos 26 puntos abajo en un momento de contexto internacional favorable -añadió en diálogo con LA NACION-. El problema principal es que en esta coyuntura los distintos eslabones de la cadena no parecen proclives a invertir”.

Insistió en que en este contexto el país solo capitaliza los mayores precios de este contexto internacional y no las oportunidades de colocar más productos. Garzón admitió que en algunos mercados y canales si la carne argentina es desplazada por la de otro origen puede ser más complejo volver: “En otros menos exigentes en calidad o en relaciones estables puede que sea más fácil, pero la clave es que no hay inversión”. 
Ratificó que los productores deberían estar más animados a ampliar rodeos pero la agricultura se sigue haciendo fuerte. “La ganadería requiere más tiempo, más crédito y más gente; tres factores difíciles en el contexto argentino con el Gobierno que agrega costos e incertidumbre adicional”, afirmó.

Para Garzón, los precios altos pueden tener -como ocurre habitualmente- un ciclo. Lamentó: “Cuando hay pagadores en la demanda, cuando ‘llueve sopa’ en la Argentina estemos con un tenedor”.

Sobre ese mismo punto alertó el informe semanal del mercado Rosario Ganadero (Rosgan), que repasó que las medidas tomadas por el Gobierno chino para frenar los contagios de Covid-19 en este mes ya tuvieron un efecto no solo en demoras en envíos de carne en destino sino en los precios ofrecidos para nuevos embarques.

“Las referencias de precios pagados por los principales cortes que compra China -garrón y brazuelo, bola y cuadrada, set de 17 cortes, etc.- registran caídas en de entre 3% y 5% en el último mes, de acuerdo a los valores relevados por la Asociación de Productores Exportadores de Argentina”, señaló el texto.

Entre las medidas que restringen las exportaciones de carne siguen las exigencias de las declaraciones juradas y la prohibición de vender afuera siete cortes de carne vacuna hasta el 31 de diciembre del 2023. Son asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, nalga, paleta, y vacío (llamados “cortes Preferidos”) en la modalidad de frescos, enfriados o congelados.

Garzón señaló que, en materia de consumo interno, esos precios diferenciados no tienen el efecto esperado porque la suba de 70% anual de la carne queda por encima de la de los salarios. “Aunque el precio por kilo está en línea con la región, el poder adquisitivo está muy por debajo y, además, la canasta de consumo de carnes se viene diversificando también por cambio de hábitos”, expresó.

Fuente: Gabriela Origlia – Diario La Nación

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