Luego del reclamo del campo bonaerense por las fuertes subas del impuesto inmobiliario rural, el gobierno de Axel Kicillof decidió no actualizar el valor de la segunda cuota del tributo [vence en junio próximo], con lo cual cobrará lo mismo que la primera. Esto implica que no se aplicará un incremento en torno del 20%.
Así lo informó hoy el gobierno de Kicillof: “La provincia decidió no actualizar la segunda cuota del impuesto inmobiliario rural, manteniendo el mismo valor que la precedente. De esta manera, no se aplica en esta segunda cuota la actualización que habilita la ley impositiva, con el objetivo de acompañar el esfuerzo de las y los productores, en particular, de los medianos y pequeños”.
La semana pasada, la Mesa de Enlace bonaerense, que integran la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Coninagro, Federación Agraria Argentina (FAA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) visitaron a Kicillof. Allí le pidieron dar marcha atrás con el tributo porque, advirtieron, las boletas llegaron con subas muy por encima del 200% habilitado. Los ruralistas alertaron sobre incrementos de hasta el 500%. En paralelo, entre otros puntos, reclamaron por el regreso de beneficios que implicaban descuentos en torno del 20% por pago electrónico (5%) y buen contribuyente (15%).
Tras ese reclamo de los ruralistas, que también fueron a pedir la revisión de la ley fiscal en la Legislatura bonaerense, Kicillof reaccionó y ARBA ordenó esta medida. Según fuentes oficiales consultadas y también del ruralismo, con la decisión de “no actualizar” la segunda cuota del inmobiliario rural no se estaría aplicando un incremento en torno del 20%. Cada cuota que vence lleva un coeficiente de actualización que no puede exceder el 100% de la tasa pasiva del Banco Provincia. “Ese coeficiente no lo van a aplicar”, explicaron a este medio.
Tras conocerse la medida, Horacio Salaverri, presidente de Carbap, le dijo a LA NACION que la decisión oficial no va “a la raíz del problema”. Expresó: “El Gobierno -de Kicillof- parece haber tomado en cuenta que el impuesto inmobiliario rural está afectando fuertemente la rentabilidad del productor y ha buscado mitigar la segunda cuota, nada más, para no producir el aumento que correspondía de acuerdo a la ley, pero no ha ido a la raíz del problema”.
Para Salaverri, una de “las raíces” del problema es que no corren los descuentos. “Al desaparecer esto el productor, en vez de pagar el 200% más como fija la ley como tope de 2023, va a pagar 250, 280% más y esto va a quedar exactamente igual”, indicó.
Topes
Según remarcó, las últimas escalas [para el tributo] siguen sin modificarse y “no hay tope”, con lo cual puede incrementarse más de 300 o 400%. Agregó que, en este marco, el gobierno bonaerense “tampoco parece haber tomado en cuenta todo lo que es el impuesto inmobiliario complementario que aprieta mucho las escalas” y lleva a fuertes incrementos. Salaverri le dijo a este medio que esto “está afectando básicamente a muchos productores chicos que tiene más de una parcela” y deben afrontar los aumentos.
La semana pasada, en la visita a la Legislatura bonaerense, la Mesa de Enlace le dejó a los distintos bloques un documento que ilustra el impacto del incremento del inmobiliario rural en la provincia y la quita de los beneficios que implicaban descuentos. A modo de ejemplo, indicó que para afrontar el impuesto en términos de lo que produce el productor, la cuota del inmobiliario rural representa para la zona triguera un 26% más de toneladas del cereal, para la producción de soja un 56% más de toneladas y para la ganadería un 3% más de kilos de novillito, entre otros indicadores.
Medidas
Además del anuncio de que no se actualizará la segunda cuota y se mantendrá el valor de la primera, el gobierno bonaerense anunció créditos para el sector.
“Mediante el Banco Provincia se dispondrán $100.000 millones al servicio de la producción de trigo a través de dos instrumentos financieros: Procampo Digital y Línea Siembra. Con Procampo Digital se podrá acceder a financiamiento para la adquisición de semillas, fitosanitarios, fertilizantes y combustibles en comercios, herramienta que además facilitará a Mipymes préstamos con tasas desde el 34% a 270 días para la compra de insumos”, indicó.
Agregó: “Por su parte, con la Línea Siembra se permitirá a productores, arrendatarios y aparceros, fundamentalmente pequeños y medianos, acceder a un monto máximo por hectárea de $318.000 para el cultivo de trigo, a una tasa desde el 42% anual. El destino de los fondos podrá ser para labores de siembra, protección y fertilización -propias o con contratistas- y adquisición de insumos. Esta línea estará en vigencia desde el 2 de mayo hasta el 31 de agosto”.
Según se informó, “adicionalmente con la Tarjeta Procampo se podrá acceder a financiamiento para la adquisición general de semillas y otros insumos en comercios adheridos, a una tasa de interés desde el 42% y hasta 360 días de plazo”. El gobierno provincial señaló que, también, “hasta el 31 de mayo se destinarán $50.000 millones en créditos para inversión y adquisición de maquinarias mediante la línea Expoagro. Estos créditos contarán con tasas desde el 24,5% y hasta 48 meses de plazo”.
“Asimismo, se pondrán a disposición $20.000 millones a través de dos herramientas financieras para el sector ganadero: la Línea Inversión, con un plazo de 60 meses y hasta seis meses de gracia, con tasas desde el 45% y Procampo Digital, que ofrece un año de plazo con tasas desde el 28,5%”, remarcó.
Fuente: Diario La Nación