En esta época del año, las lluvias normalmente muestran un decrecimiento significativo sobre la franja mediterránea del país. Junio exacerbó ese comportamiento estadístico, ya que en la provincia mediterránea sólo se concretaron algunas lloviznas, mínimas recargas superficiales, nada que sirva de sostén para los productores que lograron implantar la fina. La situación deviene de un otoño muy seco, es decir las condiciones eran complejas, antes de comenzar a transitar el trimestre frío y no es razonable pedirle al invierno las recargas que no dejaron los meses previos. En consecuencia recargar los suelos en CB o el oeste de SF, requiere de un comportamiento que a esta altura se puede catalogar como anómalo, dado que entre julio y agosto, apenas si se suman treinta milímetros.
Las lluvias registradas en junio, comparadas con los valores estadísticos (1973-2019), muestran con elocuencia la anomalía negativa que se sostuvo en CB y en gran parte del centro sur de SF. También el norte bonaerense quedo corto de precipitaciones durante el mes pasado, pero debemos tener en cuenta que el otoño para BA y LP fue una temporada de buenas lluvias, algo que no sucedió en las provincias del centro, en particular en la provincia de CB, donde la falta de precipitaciones fue más marcada.
Por otra parte y como contracara, se han concretado muy buenas precipitaciones en el núcleo triguero del sur bonaerense. Esto es una buena noticia dado que en este sector se concentra al menos el sesenta por ciento del área apta para este cultivo de invierno. Si bien el sudeste transita este período en forma holgada, han sido satisfactorias las lluvias hacia el sudoeste, al menos completando los valores normales, milimetrajes bajos, pero vitales para una zona que sustenta su economía en las pasturas para la ganadería y la performance que pueda tener la fina. En este sentido, parece estar bien encaminada la campaña triguera del sur en este incipiente comienzo.
Durante el mes de junio, el sudoeste entrerriano logró desacoplarse del comportamiento deficitario del centro sur de SF y al menos acumulo las lluvias normales suficientes para terminar las siembras de la fina y mejorar la disponibilidad de reservas para el tránsito de lo que resta del invierno. Comparada con las zonas vecinas de SF, la situación es mejor.
El me de junio cerro dejando a la provincia de ER y a la provincia de BA con muy escasa demanda de precipitaciones, por no decir nula. Esto permite afrontar esta primera quincena del mes de julio, quizá todo el mes, sin mayores preocupaciones. Los pronósticos de corto plazo no traen lluvias para la región pampeana y si las hay no modificarán el estado de humedad de los suelos. El mediano plazo tampoco trae demasiadas novedades y al menos que se dé una inusual entrada de aire tropical en la segunda quincena del mes, las lluvias no llegarán en forma cuantiosa en este que normalmente es el mes más frío del año. No vemos posibilidades serias de cambio para el patrón deficitario que domina el oeste de la región pampeana. Desde el oeste de SF hacia la provincia de CB, la situación gana en complejidad debido al menor margen hídrico.
Habrá que ver si el mes de agosto tiene mejores posibilidades de anticipar algún tipo de auxilio pluvial para la evolución de la fina sobre la franja mediterránea del centro norte del país.