El gobernador Lifschitz participó de la presentación del balance realizado por el Observatorio de la Deuda Social sobre el programa provincial entre 2014 y 2018.
El gobernador Miguel Lifschitz participó este miércoles, en Rosario, junto al director del Observatorio de la Deuda Social Argentina, Agustín Salvia, de la presentación del informe que mide el impacto de las políticas sociales del Plan Abre en la provincia.
Se trata de una evaluación realizada desde 2014 por el Observatorio dependiente de la Universidad Católica Argentina (UCA), en el que se abordan diferentes dimensiones y acciones de Plan Abre en cuanto al impacto en infraestructura, educación, salud, y uso del espacio público, entre otros.
“El Plan Abre es una política de Estado, y lo debe seguir siendo, porque es un proyecto de integración urbana y social”, señaló Lifschitz.
“Creemos que este proyecto debiera tener escala nacional para los grandes centros urbanos de la Argentina, porque está maduro, y evaluado para ser aplicado a escala país, y profundizar su implicancia en Santa Fe”, expresó el gobernador.
En esa línea, Lifschitz pronosticó que, si se “vincula un proceso virtuoso de crecimiento de la economía, generación de empleo, e inclusión social, y al mismo tiempo profundizar políticas de estas cateréticas, se puede pensar, en un tiempo prudencial, en llegar al objetivo de eliminar la pobreza o llevarla a cifras mínimas”.
En ese sentido, Salvia felicitó al gobernador “por la responsabilidad y voluntad política de llevar adelante un proyecto de esta naturaleza”, y agregó que la propuesta “no es solo un plan de mejoramiento del barrio, no apunta solo a mejorar las condiciones materiales, sino también psicológicas, social, y de seguridad, donde la gente es parte de un barrio que mejora”.
También destacó la implementación del programa Abre Familia –que llega de manera directa a cada casa-, y marcó que el Plan Abre ha significado un “cambio cultural”, que “deja de lado las viejas formas de hacer política social”.
DATOS DEL INFORME
En los primeros cinco capítulos del trabajo realizado por la UCA, se trabajó sobre la experiencia del plan en tres ciudades, y en el capítulo seis se abordó el caso del barrio Grandoli y Gutiérrez de Rosario.
Algunos datos positivos que se desprenden del informe presentado señalan que el acceso a pavimentación de calles mejoró en un 54,8 por ciento, y la cantidad de hogares que llegaron a tener red cloacal aumentó en un 40 por ciento.
El tanto, el acceso a agua corriente o a electricidad, se encuentra en porcentajes muy altos de cobertura (por encima del 90%), y se incrementó en un 150 por ciento la participación niños, niñas, adolescentes y jóvenes que concurren a un playón o polideportivo.
También, entre 2014 y 2019 ha habido una reducción del 20,4 por ciento en la cantidad de jóvenes en situación de exclusión educativa, y el aumento del acceso al sistema de salud pública, tanto a través del centro de salud, como del hospital público, tuvo subas del 63,2 y 100 respectivamente.
Además, el informe presenta un apartado especial para la experiencia en el Barrio Grandoli y Gutiérrez, que arrojan algunos de estos datos: 95,4% de los hogares encuestados considera que ha habido cambios positivos en el barrio, y el 94,7% cree que el Gobierno -provincial o municipal- ha hecho mucho o algo para mejorar la situación del barrio.
PRESENTES
Del encuentro, llevado a cabo en el salón Auditorio del Museo del Deporte Santafesino, y en el que se homenajeó a la exministra de Desarrollo Social, e impulsora del Plan Abre, Mónica Bifarello (1960-2017), participaron también, los ministros, de Educación, Claudia Balagué, y de Desarrollo Social, Jorge Álvarez; la subsecretaria del Plan Abre, Cecilia Mijich, y el secretario de Estado del Hábitat, Diego Leone, entre otras autoridades locales y provinciales.