¿Qué color tienen los dientes? ¿Cuándo hay que blanquear? ¿Cómo son los tratamientos de blanqueamiento? ¿Cuál es la duración de los mismos? Encontrá las respuestas a estos y otros interrogantes en la nota.
Coloración dental
La forma más utilizada por los profesionales para medir el color de los dientes es una guía de colores que divide el color del diente en cuatro gamas básicas: blanco, blanco grisáceo, blanco amarillento y amarillo. A su vez, dentro de cada gama existen diferentes niveles de opacidad. Esta guía permite comparar el color de nuestros dientes con la muestra y de esta forma elegir el que nos gustaría tener. Aunque el consejo del dentista es clave para decidir la tonalidad final de los dientes, algunas personas optan por tratamientos inmediatos y drásticos, mientras que otras prefieren un proceso gradual. Es importante señalar que un cambio de dos o tres tonos logra una diferencia notable en la sonrisa.
Cuándo blanquear
Para saber si corresponde o no blanquearse los dientes debemos realizar una consulta con el dentista, que además es quien puede determinar en qué grado debemos hacerlo. Además el profesional, luego de evaluar la boca del paciente recomendará la técnica que mejor se ajuste a cada caso, por ejemplo: según el tipo y severidad de las manchas.
Algunos de los tratamientos que el especialista puede recomendar son la limpieza para eliminar manchas causadas por alimentos, el uso de pasta de dientes blanqueadora, el uso de geles o cintas blanqueadoras, el blanqueamiento profesional en el consultorio, o el uso de carillas.
Es importante consultar con el dentista para que nos indique qué pasos seguir ya que no todos los dientes responden de la misma forma a los tratamientos. Los dientes más amarillos tienen mejor respuesta al blanqueamiento que los dientes grises, por ejemplo.
Tratamientos
Las técnicas de blanqueamiento modifican el color natural del diente mediante un ingrediente activo –generalmente peróxido de carbamida o de hidrógeno en concentraciones de 10 a 22%- que permite eliminar manchas superficiales y profundas. Entre ellas se encuentra la sesión de blanqueamiento con láser en el consultorio, la cubeta elaborada por el dentista para un tratamiento en la casa, y las cintas de blanqueamiento.
También existen procedimientos que no utilizan agentes blanqueadores y que actúan por acción física y/o química para eliminar las manchas superficiales. Es el caso de las cremas dentales que quitan las manchas superficiales mediante una abrasión suave. Además, las cremas dentales blanqueadoras poseen agentes químicos especiales para remover manchas. Otro proceso de acción física es la limpieza que realiza el odontólogo para eliminar las manchas externas.
A los tratamientos de blanqueamiento dental podemos agruparlos de la siguiente manera: blanqueamiento en el consultorio, carillas, blanqueamiento en casa, y productos de venta libre.
Blanqueamiento en el consultorio: Este puede realizarse con moldes dentales o mediante láser, según lo determine el dentista. En la primera opción se toma un molde de los dientes para realizar una cubeta. El gel blanqueador se coloca en la cubeta y sobre los dientes del paciente. La ventaja es que la cubeta reduce el contacto del gel blanqueador con el tejido de la encía.
La otra alternativa es el blanqueamiento a láser, en la cual se cubren las encías con un gel protector. Después se aplica el gel blanqueador sobre los dientes. Ambos tratamientos requieren varias visitas al odontólogo.
Blanqueamiento en casa: El dentista le recomendará al paciente el mejor tratamiento para seguir en su casa. El más utilizado es la cubeta, que se realiza tomando un molde de la boca del paciente. En la cubeta se coloca una solución de peróxido de carbamida del 10 al 15%. Luego el dentista indicará cuántas veces y cómo se debe utilizar este sistema, y controlará la sensibilidad de los dientes. Este es un proceso un poco más largo que el realizado en el consultorio.
Productos de venta libre: Cuando se adquieren estos productos es muy importante respetar las instrucciones de uso. De esta forma se pueden adquirir tiras blanqueadoras, cubetas prefabricadas, cremas dentales y enjuagues bucales. A pesar de poder autoadministrar estos productos, es muy importante consultar con el dentista antes de implementar algo por nuestra cuenta.
Las pastas de dientes blanqueadoras eliminan con eficacia las manchas superficiales mediante el uso continuo. También previenen la aparición de nuevas manchas como consecuencia del consumo de café, tabaco y té.
Tratamientos estéticos para mejorar la sonrisa
Carillas: En algunos pacientes el tratamiento de blanqueamiento no es lo recomendable. La alternativa para mejorar el aspecto de los dientes es recurrir al uso de resinas llamadas composites, o coronas estéticas con carilla de porcelana que cubren la superficie manchada del diente y mejoran su apariencia –sobre todo cuando está roto o con manchas permanentes-.
Las dos técnicas básicas son composites y la de coronas Veneer.
Para la técnica de composites el procedimiento se inicia con la reducción ligera de la porción anterior del diente –para que no quede abultado-. Mediante un ácido se gravan en la superficie del diente las fisuras microscópicas. Luego se aplica una resina composite del color del diente y se le da forma. Para curar la resina se utiliza una lámpara de luz. Cuando esta se endurece se alisa y se pule.
En el caso de las coronas Veneer el procedimiento consiste en realizar una corona del color y la forma del diente. Las que se fabrican en porcelana son más fuertes y costosas que las de composites. Para realizar las piezas de porcelana el dentista toma una impresión del diente y la envía al laboratorio para su realización. Esta corona será adherida al diente con un cemento de resina. La duración de las coronas de porcelana es de 5 a 10 años y logran una coloración igual a la de los dientes.
¿Es seguro el blanqueamiento dental?
Los métodos utilizados en la actualidad para blanquear los dientes son seguros. A través de estudios clínicos y de laboratorio ha quedado demostrado que la mayoría de los productos disponibles en el mercado no producen efectos adversos sobre dientes y encías. Sin embargo es importante utilizar productos clínicamente testeados y consultar al dentista ante cualquier duda.
Algunos antiguos métodos de blanqueamiento producían sensibilidad dental al consumir alimentos fríos o calientes. La mejor forma de combatir este problema es cepillarse los dientes con una pasta para dientes sensibles y masticar chicle. En un estudio publicado por la revista British Dental Journal se comprobó que el chicle reduce la sensibilidad por el blanqueamiento.
Cuidados post tratamiento
El paso del tiempo y la exposición a alimentos y bebidas pigmentadas como el café, el té, las gaseosas y el vino tinto oscurecen gradualmente los dientes tratados con métodos de blanqueamiento. El tabaco también es otro producto que los mancha.
Para cuidar una sonrisa blanca se recomienda utilizar una pasta de dientes blanqueadora que elimine las manchas superficiales, y cepillarse los dientes al menos dos veces por día. También se recomienda el cepillado luego de ingerir alimentos o bebidas pigmentadas.
Realizar visitas anuales al dentista también es una buena forma de control, ya que el profesional podrá determinar si se requiere un retoque.
Fuente: lanacion.com.ar