Los equipos de cardiología y cirugía cardiovascular utilizan una nueva técnica para operaciones complejas: la impresión 3D del corazón del paciente.
Con una réplica exacta del corazón a operar, los cirujanos desarrollan la estrategia del caso y luego practican la intervención. Esta técnica posibilita un diagnóstico certero, disminuye los riesgos de la cirugía y las secuelas en el paciente. Ya se realizó en 8 casos.
Ocho pacientes con cardiopatías congénitas complejas fueron operados en el Hospital Garrahan con una técnica innovadora que promete cambiar para siempre las cirugías de alta complejidad en Argentina y el mundo: la impresión 3D del órgano que necesita repararse, en este caso de pequeños corazones, para conocer la anatomía exacta y poder desarrollar la estrategia quirúrgica -y practicarla- antes de entrar al quirófano. En el Garrahan se operan, en promedio, más de 2 patologías de este tipo por día.
La técnica permite «operar muchas veces al paciente antes de operarlo», definió el jefe de Cirugía Cardiovascular del Garrahan, Pablo García Delucis, quien además no tiene dudas: «El Hospital está en el comienzo de planeamientos y operaciones estratégicas desde la impresión 3D, que es una tecnología que hoy en día no tiene techo para la medicina». Cada impresión 3D de un corazón es única y permite conocer aspectos de la patología del paciente que los cirujanos no pueden ver por si mismos ni siquiera en quirófano.
La impresión 3D aplicada a cirugías de alta complejidad se utiliza de la siguiente forma: se realizan los estudios convencionales como ecocardiograma, tomografía computada y resonancia magnética, y luego con los resultados de estos estudios (aplicados a un software especial) se imprime en 3D el corazón enfermo del paciente, en una réplica exacta a escala real mediante la cual los profesionales pueden estudiar la anatomía del corazón dañado antes de la cirugía.
«Esto nos permite tener el corazón del paciente en la mano y planear la cirugía estratégicamente», explicó García Delucis. La impresión 3D del corazón disminuye las complicaciones de la cirugía y el riesgo de secuelas en los pacientes. Pero además permitirá al Garrahan, en un futuro próximo, formar a cirujanos del país y de la región en técnicas de cirugía cardiovascular en pediatría sin realizar prácticas de aprendizaje en casos reales -como sucede en la actualidad- sino a través de la simulación de cirugía en conjunto con la utilización de la tecnología de impresión 3D.
Para la jefa del Servicio de Cardiología del Hospital, Marisa Di Santo, esta nueva tecnología «cambia muchísimo el panorama en cardiopatías complejas para los profesionales y para las familias, pues permite definir conductas quirúrgicas, realizar los distintos procedimientos sobre la pieza 3D, y también explicarle al paciente y a su familia la patología y cómo será la intervención quirúrgica». En el Hospital Garrahan se atienden los casos de cardiopatías congénitas más complejos del país y sólo en 2017 se llevaron a cabo 843 cirugías de este tipo.
IMPRESIÓN 3D
Los corazones se imprimen a través de la empresa nacional Lew -que en 2017 obtuvo el premio Innovar junto a un desarrollo del cirujano del Garrahan, Ignacio Berra- con una impresora 3D de altísima calidad y fidelidad.
«La tecnología de punta, en este caso la impresión 3D aplicada a la salud, permite que nuestros cirujanos se perfeccionen cada vez más y que el Garrahan continúe entre los mejores centros de salud pediátricos del mundo», afirmó el presidente del Hospital, Carlos Kambourian, y destacó que la impresión 3D por el momento se aplica para cirugías complejas de cardiopatías pero «nuestro objetivo es llevarlo a otras ramas de la cirugía y la medicina de alta complejidad».
Foto de la nota: De izquierda a derecha: Marisa Di Santo (jefa de Cardiología), Pablo García Delucis (jefe de Cirugía Cardiovascular) y Alejandra Villa (cardióloga, directora ejecutiva del Hospital Garrahan).