Cuando se vive con Pasión la muerte no es otra cosa que una lógica consecuencia de la vida.
Uno no elige, ya se trae de cuna. En ese loco desandar de la vida, cuando uno es pibe y sueña con ser grande compartimos el patio de la iglesia.
El Deporte era el motivo de ese diario encuentro detrás del que siempre estaba un mensaje divino para aprender lo que uno debe saber sobre comportamiento, educación, valores y principios.
Después cada uno eligió el camino con libre albedrío. Trabajamos en el Automoto, coincidimos con el periodismo, vos eras MITRE con el Gordo Borello como referente, yo BELGRANO, con Carlitos Ibarguen, Ganím y otros muchachos.
Buen viaje Gringo Bueno. Guardame un lugarcito en el Patio del Cielo que lo imagino como aquel de la parroquia, con cancha de basquet, pista de bicicleta, frontón y juegos. Volveremos entonces a ser niños. Abrazo.
Por Aníbal Martini