En la oportunidad se trabajó en conjunto sobre los temas pendientes. “Para nosotros esta cuenca es de suma importancia”, dijo el ministro.
El ministro de Infraestructura y Transporte, José Garibay, mantuvo este jueves una reunión con los integrantes del Comité de Cuenca de la Laguna La Picasa para trabajar en conjunto sobres los temas pendientes.
“Para nosotros esta cuenca es de suma importancia, hace pocas semanas los gobernadores de las tres provincias involucradas (Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires) firmaron junto al gobierno nacional la creación del comité para poder regular estos excesos hídricos que compartimos; vinimos a trabajar en los puntos que nos corresponden para poder abordar los temas posteriormente”, declaró el ministro luego de la reunión.
En el encuentro, que se llevó a cabo en la sede del comité en la localidad de Diego de Alvear, se abordaron los siguientes temas: Revisión de trabajos realizados con límite de la provincia de Córdoba; se estudiaron las distintas posibilidades de integrantes del Ente Regulador Interprovincial; estación de bombeo norte que en breve se estará comenzando con las obras; fiscalización y procedimientos a efectuar en caso de canales clandestinos; análisis de la sección sur de la cuenca con distintas posibilidades de obras; y por último la intención de involucrar al Ministerio de Transporte de la Nación en los trabajos en conjunto con la Subsecretaria de Recursos Hídricos de la Nación.
Estuvieron presentes en la reunión, el presidente del comité de Cuenca, Juan Carlos Duhalde; el director provincial de Comités de Cuenca, Nicolás Mijich; integrantes del comité y técnicos de la secretaría de Recursos Hídricos de la provincia.
LA PICASA
En la cuenca de la Laguna La Picasa, a raíz de las grandes precipitaciones ocurridas desde mediados de 1997 a fines de 2001, se produjo el crecimiento del nivel de la laguna en más de cinco metros, lo que acarreó innumerables complicaciones a los pobladores, las economías regionales y la infraestructura del transporte que atraviesa las zonas deprimidas de la región.
Desde ese entonces, las tres provincias de la cuenca (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe) han gestionado ante el Estado nacional una solución de fondo a la problemática.