El Campo

Ganadería modelo 2015: a la espera de mejores condiciones

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Tras un 2014 bueno en lo climático, productores e industriales esperan que el cambio político termine con las restricciones en los mercados

La ganadería vacuna amaga atravesar en 2015 un período mediocre, a la espera de una transición hacia tiempos mejores que recién comenzarían en 2016 o 2017. Ése parece el denominador común en las estimaciones de analistas y jugadores de distintos eslabones del negocio, pese a diferencias de apreciación más puntuales que puedan mantener.

Hace un año, la cadena de la carne -uno de los sectores productivos más vapuleados por el kirchnerismo- recuperaba cierta expectativa. Después de años de tratar casi exclusivamente con el áspero Guillermo Moreno, la reaparición de la figura de un jefe de Gabinete, y los nombramientos de expertos en las primeras líneas del Ministerio de Agricultura, traían ciertas esperanzas desde el plano político, mientras que la devaluación de casi 20% de la moneda de enero de 2014 aportaba entusiasmo en lo económico. Encima, tras un 2013 espantosamente seco, empezaba a llover, y seguiría haciéndolo hasta que brotaran pastos de una espectacularidad que hacía años no se veía.

Después, las ilusiones se fueron enfriando. Los funcionarios designados pronto revelaron tener las alas recortadas para construir o al menos torcer políticas, y el tipo de cambio volvió a retrasarse, a la par que se evaporaban las perspectivas de modificar el tipo de cambio. Sin embargo, cuando se miran los números, los animales faenados en 2014 fueron casi un 4% menos que los de 2013, según datos de Ciccra, lo que indica que se tendió a retenerlos más en los campos.

Para el técnico agropecuario y consultor Matías Sara, fue sobre todo el clima lo que tentó a los criadores a guardar más terneras y vaquillonas, las fábricas de carne: «El año pasado fue regular tirando a bueno, y espectacular en cuanto al clima, con excepción de los lotes inundados de la cuenca del Salado. Después de la sequía de 2013 y la expulsión de animales que generó, los campos estaban livianos, y la abundancia de pastos hizo que cualquiera pudiera retener, por el bajo costo de alimentación. Así, bajó la faena y la producción de carne, con lo que subió el precio».

Miguel Gorelik, director del boletín especializado Valor Carne, cree que esa breve fase de retención de 2014 está cambiando, aunque suavemente: «Es difícil afirmar que se terminó esa retención leve, pero hay indicios de que está habiendo una inflexión, en 2015 se va a revertir esa reducción de faena, también de modo suave».

A falta de estadísticas precisas sobre stocks de cada categoría, porcentajes de marcación y parición, etcétera, para analizar las tendencias hay que basarse en estimaciones. Además de la faena total, que marca un poco los ánimos de apostar o no al negocio, también se consideran otras variables, como el precio o el porcentaje de hembras que van al matadero. Hoy, ese porcentaje está en torno del 46%, es decir que todavía es alto, aunque no tanto como en la última gran liquidación de vientres de 2008-09, cuando rondaba el 50%, un proceso en el que el stock nacional perdió unos 10 millones de cabezas (cerca de un 20% del total).

A la vez, en los últimos dos o tres meses, a la par de la mayor faena total, amaga disminuir o amesetarse la de hembras, datos contradictorios. «El conjunto es inconcluyente -opinó Gorelik-, pero tira para el lado de que se modera la retención.»

Otro indicador es el precio de la hacienda. En términos reales, se mantuvo en alza hasta agosto, y luego se frenó, particularmente en el novillo. Ahora, cuando está llegando la escasez estacional de oferta, los precios muestran cierta firmeza, dijo Ignacio Gómez Álzaga, de la consignataria Álzaga Unzué. Esta tendencia fue confirmada el miércoles pasado en el primer gran remate de la temporada, el Rosgan, en Rosario: «Los precios estuvieron sostenidos, aunque más o menos en línea con la inflación», indicó el consignatario.

Según estimó, todavía es un poco temprano para saber qué harán los productores este año. Para tener un mejor panorama, habría que ver qué oferta aparece en los remates de hembras de marzo-abril. «Va a definir si la hembra, particularmente la ternera, se guarda para cría o va a faena», dijo. Por lo pronto, sostuvo, la relación de precios entre categorías indica que no hay retención ni liquidación: el ternero de invernada está 15 o 20% por encima del novillo, cuando en los períodos de retención está en torno del 30% más, mientras que en los de liquidación están empatados o con el novillo 5% por encima.

Germán Manzano, socio gerente de la consultora Cofrigo, supone al igual que Gómez Álzaga que la oferta de animales este año debería estar en niveles similares a los de 2014. Para Sara, las condiciones de 2014 no son replicables en 2015: «Aunque todo se diera igual, los campos ganaderos vacíos ya se llenaron. Hay un uno a dos por ciento (hasta 3%) más de vacas, creo que la faena va a estar en un punto entre la de 2013 y la de 2014».

EXPECTATIVAS SOBRE LO POLÍTICO

«En general, con un pronóstico de alta inflación en 2015 y retraso cambiario, se anticipa que va a ser un año muy malo para la exportación de carne. Una demanda externa más débil y una demanda interna castigada por la recesión y la inflación hacen un combo que anticipa difícil que el precio de la hacienda tenga mejoras en términos reales, salvo que haya mucha expectativa de cambio político», indicó Gorelik.

Jorge Torelli, gerente general del grupo frigorífico Mattievich, es más optimista, sobre todo para los años próximos. «Éste es un negocio de expectativas, y todos las tienen sobre el año electoral. En el mundo, los precios de los alimentos vienen bajando, excepto los del la carne, por la tracción de China». Por otro lado, el ejecutivo confía en que aunque el consumo interno por habitante en el país cayó, es alto (59,4 kilos según Ciccra, 5,7% menos que en 2013), y el crecimiento vegetativo de la población lleva a que igual se sostenga la demanda de carne.

En general, los candidatos opositores se expresaron en contra de las permisos de exportación (ROEs) y de las retenciones a la exportación (de 15%). Hoy, pese a que los precios internacionales no son malos, las retenciones llevan a traducir el valor del dólar a $ 7,20-7,30, y ahí la ecuación es menos tentadora.

«Creo que si las expectativas se vuelcan hacia Macri, los ganaderos van a tender a la retención; si se vuelcan hacia Scioli, a la liquidación», arriesgó Sara. Macri es el que con más detalle se refirió al tema de la carne. «En ganadería, difícilmente algún partido pueda implementar algo peor que lo actual», dijo Gorelik.

BALANCE Y PERSPECTIVAS

Las claves del negocio de ganados y carnes

Animales faenados

En 2014 fue casi un 4% menos que en 2013, según datos de Ciccra. Esto indicaría que se tendió a una mayor retención

El clima

Con excepción de algunas zonas de la cuenca del Salado que padecieron inundaciones el tiempo fue favorable para los campos ganaderos

Retención

La mejora climática impulsó una abundancia de pastos y bajó el costo de la alimentación. Esto también favoreció la retención

Faena

Se estima que el porcentaje de hembras faenadas ronda el 46%, considerado un valor alto, aunque no tanto como en el ciclo 2008/09

Los remates

La oferta de hembras en los remates del mes próximo y de abril definirá si habrá más animales para faena o para cría

Proporción

El ternero de invernada se ubica en un valor superior de entre 15 a 20 por ciento del novillo; en períodos de retención alcanza al 30%

Poca exportación

Respecto de la exportación, se considera que por el retraso cambiario y la elevada inflación no será un año favorable

Destinos lejanos

Rusia, uno de los principales destinos para la exportación, padece una fuerte crisis económica. China y los Estados Unidos, por ahora están lejos.

Por Alejandra Groba | Para LA NACION

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